La normativa se aplica a las viviendas pendientes de venta y de alquilerHoy entra en vigor el certificado energético, la normativa que establece la ratificación del funcionamiento eléctrico de los edificios, lo que obliga a los propietarios de viviendas a incluir este certificado en los contratos de compraventa y arrendamiento-siempre que los alquileres tengan una duración superior a cuatro meses- que realicen a partir del 1 de junio de 2013. La medida ya está implantada en muchos países de la Unión Europea y tiene como objeto asegurar la efectividad de la vivienda en cuanto al ahorro energético del inmueble, tanto en términos de consumo de energía como de emisiones de CO2, otorgándole una calificación en una letra que variará de la A a la G, para consumo de energía primaria, y otra letra para las emisiones. Con esta normativa, se podrán ahorrar al año aproximadamente 32.000 toneladas equivalentes de petróleo (tep), si se realizan actuaciones de mejora de la eficiencia energética en un 10 por ciento de los edificios certificados y si se consigue un ahorro medio de un 20 por ciento con las medidas adoptadas. El certificado de la vivienda se hará a través de un técnico con una formación especial y según CertiFácil, plataforma Web especializada en certificación energética de viviendas y edificios, su precio estará determinado por el mercado según las zonas geográficas, ya que no existe una tarifa oficial. Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) estima que el precio de este documento ascenderá a 250 euros. Para vigilar el cumplimiento, la administración autonómica de Consumo realizará inspecciones y en caso de detectar irregularidades sancionará al propietario con sanciones económicas que podrán ascender hasta los 15.025,30 euros.