La falta de un interlocutor en el 'banco malo' impide a los promotores inmobiliarios formalizar la venta de sus pisosEl colmo de la mala suerte para un promotor hoy en día es tener un cliente al que venderle una vivienda y no poder materializar la operación por falta de crédito. Los promotores con opción de negocio y cuyo crédito ha sido transferido al banco malo o Sareb se han topado con un indeseado obstáculo, al cerrárseles las puertas a cualquier subrogación de la financiación, denuncian fuentes inmobiliarias. Las entidades nacionalizadas evitan subrogar al cliente en el préstamo del promotor con el argumento de que Bruselas les exige discontinuar ese negocio y además, para rizar el rizo, no pueden financiar en áreas donde tienen que desmantelar su red. Así, fuentes inmobiliarias apuntan, por ejemplo, los fuertes impedimentos de CatalunyaBanc a subrogar a un comprador de vivienda la hipoteca comprometida con su promotor, al que concedió el crédito inicial, cuando el inmueble está fuera de Cataluña. Es decir, la entidad nacionalizada no puede cerrar operaciones en Madrid y deja en manos de la Sareb un préstamo que puede dar al traste con el negocio del promotor, además de dejar "tirado" al comprador que ya había hecho su inversión. El banco malo, por su parte, se niega a dar financiación alguna, al estar fuera de sus funciones. Y en la banca sana sí encuentran hipotecas, pero a tipos y con diferenciales muy superiores y gravosos, denuncian fuentes de un sector "atados de pies y manos". Una circunstancia indeseable que se intentó evitar cuando se montó el vehículo hoy presido por Belén Romana, ya que se buscó el compromiso de los bancos de facilitar la financiación en las viviendas que encuentren comprador, pero que falla. Hay miedo, y sobre todo muchas dudas: ¿quién va a analizar a esos clientes? "No hay nadie que sepa decir exactamente qué va a pasar, ni los bancos lo saben, comenta el presidente de una promoción ya finalizada que advierte de daños colaterales: "provocará una rápida conversión de estos créditos en deuda tóxica y el incremento muy relevante de los problemas financieros de los pocos promotores inmobiliarios que sobreviven". Avales bancarios Otra dificultad estriba en los avales bancarios, una garantía que obtiene el comprador de una vivienda de la promotora en garantía de la entrega de la misma. "Con la situación actual nadie se quiere hacer cargo, dice un promotor puntero de Madrid que ha tenido que pagar por el aval tipos dos puntos más caros. "La promoción se nos ha encarecido en 80.000 euros. Pero son lentejas...", dice resignado. La lista de problemas continúa con las promociones de vivienda que están en marcha ya que todos los meses se presenta una certificación del volumen de obra ejecutada al banco para que éste lo verifique y si está correcto, abona la parte correspondiente del préstamo. "¿Pero, quién lo financia ahora?", se preguntan ante la inseguridad jurídica y el silencio de la Sareb, "que no sabe, no contesta", dicen.