La consultora se enfrenta a una sanción de hasta 14 millones por la salida a bolsaBankia decidió la semana pasada prescindir de la auditora Deloitte como auditora y contratar a Ernst & Young para que rebrique los estados contables de los próximos tres ejercicios. La entidad pagó en 2012 a la firma que lidera Francisco Celma 3,9 millones de euros por todos sus servicios recurrentes un 45 por ciento más que el año anterior, es decir, excluyendo la validación de la salida a bolsa de 2011. Sólo por la auditoría de las cuentas semestrales y anuales del negocio financiero, Deloitte facturó 1,973 millones de euros, un 18,6 por ciento más. El resto del importe corresponde a distintos trabajos de verificación de sociedades, sucursales en el extranjero, cuestiones normativas y asuntos fiscales. A estos honorarios se unen las labores realizada por la auditora en la matriz de Bankia, Banco Financiero y de Ahorros, que ascienden a otros 2,35 millones de euros. Fuentes financieras sostienen que la subida de las tarifas no correspone con la realidad del sector, ya que este tipo de firmas han rebajado sus tarifas en los últimos meses adecuando los precios a la situación de la economía, recorte que se ve compensado con el mayor volumen de trabajo en otras áreas. Inspección de Economía El papel de Deloitte está siendo investigado por el Ministerio de Economía a través del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC). Este organismo público está a la espera de las alegaciones que realice la propia firma sobre su labor en la salida a bolsa y decidir si impone una sanción tras abrir una inspección. La multa a la que podría enfrentarse Deloitte, según el régimen actual, alcanza hasta el 6 por ciento de la facturación por servicios de auditoría, por lo que el importe máximo se elevaría a unos 14 millones. Según el informe de Transparencia de 2012 de la firma, los ingresosde esta partida ascendieron a 233 millones. La salida a bolsa es un hecho que investiga el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu en el caso por el que están imputados 33 exconsejeros de la entidad, entre ellos su expresidente Rodrigo Rato. Deloitte validó las cuentas semestrales de 2011 que reflejaban el estado de Bankia antes de su debut en el mercado y que servían de referencia a los posibles inversores para adquirir títulos. A día de hoy, han perdido prácticamente todo el dinero, debido a las quitas aplicadas por Bruselas como consecuencia de las ayudas de 22.500 millones de euros otorgadas para su recapitalización a finales de 2012. Los honorarios que recibió Deloitte por los trabajos de auditoría y revisión en relación a la salida a bolsa se elevaron a 2,3 millones de euros, según el informe de la entidad que ahora preside José Ignacio Goirigolzarri. El ICAC no sólo está analizando la actuación de Deloitte en Bankia, también en otras entidades nacionalizadas y rescatadas, al igual que el resto de firmas auditoras en los grupos que han percibido ayudas. Sin duda, la firma de Francismo Celma es la más investigada, ya que en su currículum de los últimos años aparecen Novagalicia, CatalunyaBanc, BMN y Banco de Valencia.