La economía sumergida asciende al 13,4 por ciento y el desempleo supera el 18 en el noroeste del paísLa ley del silencio impera en gran parte de las pymes alemanas. Así lo percibimos los periodistas invitados al programa Hand Made in Germany, organizado por el Federal Foreing Office alemán, que más bien parecía una visita de colegiales a las manufactureras con solera y buenos resultados, que un viaje en el que la prensa invitada tuviese la oportunidad de profundizar en la economía real del país que se ha sabido vender como referente económico de Europa. Los datos publicados por la Oficina Federal de Estadística alemana a 31 de marzo sobre la tasa de paro presumen de estabilidad y lo cifran en el 7,3 por ciento, sin embargo, extraoficialmente. se habla de un punto por encima, rozando el 8,5 por ciento. Cifra que alcanza el 18 por ciento en el noroeste del país germano. Datos que fueron confirmados por George Babin, uno de los representantes de Orca Affairs, empresa organizadora del programa. Para Philipp C.A. Klais, gerente de Orgelblau Klais Bonn, la causa de la alta tasa de paro en los Länder del norte se debe a que "el modelo alemán tiene como motor la producción, especialmente del sector del automóvil y sus subsectores dependientes -modelo que se da principalmente en el sur-, mientras que en el noroeste, la economía se centra en el sector servicios y, en eso, hay otros países que están por delante del nuestro". Para ambos, el frenazo derivado de la situación económica que se vive en el resto de Europa y el descenso de ventas de automóviles podría tener consecuencias muy negativas ,de cara a la teórica estabilidad del empleo. Tras puntualizar que las cuestiones sobre las que preguntábamos los periodistas españoles "eran muy duras", Johan Conze, socio de Deumer, explicó que "el Gobierno alemán prevé incrementar sus impuestos de forma drástica", y añade que "esta subida no es comprensible y generará mucho daño a las pymes, que son las que soportan el 80 por ciento de las 'tasas' impuestas por el Reichstag". Conze concluye que "si además de gravar el consumo se suben los impuestos a la pyme el esquema se convierte en un modelo simple y rentable para un Gobierno que necesita dinero". Otra de las cuestiones 'difíciles' que se intentó abordar durante la protocolaria comida con Martina Klumpp, Jefa Adjunta de la División de Comercio Exterior del Federal Foreing Office alemán, fue la relativa a la economía sumergida, o 'economía en la sombra' como prefieren denominarlo los teutones. En este caso el silencio y 'desconocimiento' quedaba aún más patente en lo que a declaraciones oficiales se refiere. Klumpp negaba rotundamente la existencia de este fenómeno "en Alemania la economía informal no es un problema. Nuestras leyes son muy estrictas en materia de fraude fiscal y la conciencia de los alemanes está educada en la responsabilidad del pago de las tasas". Sin embargo, un estudio realizado por el profesor Friedrich Schneider de la Universidad de Linz, constata que la economía informal alemana ascendió a un 13,4 por ciento en 2012 y supuso pérdidas de 344.000 millones de euros. Cifra avalada por Ralph Stübben, Gerente de Joh's Stübben KG, que lo estima en torno al 14 por ciento. El mutis merkeliano invade también a los representantes de la Embajada Alemana en nuestro país, Martin Langer, Consejero de Prensa y Comunicación, ante las diversas cuestiones planteadas sobre la economía real y la tasa de desempleo en su país afirma por escrito que "espera que estas respuestas se hayan encontrado en el marco del viaje a Alemania" y añade "lo siento mucho pero no puedo responder a estas cuestiones, me faltan datos e informaciones concretas", algo que resulta cuanto menos curioso dada su portavocía. Jasper Neerdaels, otro representante del programa, apostilló que "la economía alemana tiene una reputación de cara al exterior que no es real. Nos educan para no hablar de ello. Todo el mundo sabe que existe economía sumergida y paro pero nadie quiere afirmar los datos concretos, no hay transparencia." Conciencia de autofinanciación Conze define a las middlestand alemanas como "la columna vertebral de la economía", ya que no sólo conforman en torno al 70 por ciento del tejido empresarial del país, sino que "emplean a casi el 75 por ciento del total de la población activa del país teutón". En lo que respecta a financiación y ayudas del Reichstag a las middlestand, los pocos empresarios que entendían las preguntas son unánimes: "el Gobierno alemán no ofrece ninguna ayuda y las pocas que hay conllevan tanta burocracia que es imposible acceder a ellas". Aún así y a pesar de las veladas demandas contra el modelo germano, no dudaban en exaltar que el gran secreto de continuidad y crecimiento es la "conciencia de trabajo en equipo por y para un mismo objetivo". Carl Mertens, dueño de Mertens, afirmó tajante que "nunca hay que depender de financiación externa. Para progresar hay que ensalzar valores como dedicación, trabajo en equipo y calidad." Con respecto a las políticas de emprendimiento y los costes de inicio de actividad en Alemania, las posturas son ambiguas, "los costes dependen del tipo de negocio ". Conze, no obstante puntualiza que "los empresarios están obligados a pagar muchos impuestos" e incide en que "las empresas responsables de potenciar el emprendimiento, como los bancos, no entienden el plan de amortización de las pymes y les exigen un gran esfuerzo. Sin embargo son ellos los primeros que no rinden cuentas". En lo que sí coinciden es en el temor por la continuidad de sus negocios y ven la exportación como la vía de salvación. De hecho, la mayoría han puesto sus miras en mercados emergentes como China, Taiwan, Emiratos Árabes o Rusia. Además, insisten en que la falta de personal cualificado empieza a ser un problema y por ello están recurriendo a países como España para garantizar su supervivencia.