Rescinde su relación con la auditora en pleno caso judicial y la inspección del Icac Bankia ha decidido romper el contrato que tenía con Deloitte un año después de su nacionalización como consecuencia de la negativa de esta firma auditora a rubricar las cuentas del ejercicio 2011 tras unas tensas discusiones con el anterior equipo gestor. El grupo presidido por José Ignacio Goirigolzarri comunicó la semana pasada la rescisión del contrato a la auditora que lidera Francisco Celma. La designación de la nueva compañía, que trabajará a partir de las cuentas del segundo semestre de 2013, fue una de los puntos que ayer abordó el consejo de administración de Bankia. La reunión tomó la decisión de convocar la junta general de accionistas para finales de junio. La ruptura de Bankia con Deloitte se produce en medio del caso judicial que investiga la salida a bolsa de Bankia, que fue avalada por la auditora, y la posterior nacionalización del grupo financiero. La labor de estas compañías, además, está siendo analizado por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (Icac), según anunció esta semana el ministro de Economía, Luis de Guindos. Deloitte es la firma que más informes han rubricado en el sistema bancario español en la última década. Las cuatro nacionalizadas fueron auditadas por la sociedad que lidera Celma en nuestro país. Bankia también ha tomado la decisión de nombrar a un consejero independiente que compense las labores del presidente. Sus funciones serán coordinar al resto de vocales y controlar a Goirigolzarri, una tarea que suma a la vigilancia del Banco de España, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) y la troika (BCE, Bruselas y FMI).