El presidente del grupo, Manuel Fernández de Sousa, se negó a dar información a BDO y después pidió su recusaciónBDO, la firma de auditoría que estaba supervisando las cuentas de Pescanova y a la que el presidente de la compañía, Manuel Fernández de Sousa, ordenó destituir, volverá a examinar los estados financieros. Deloitte, el administrador concursal, ha solicitado la suspensión por 60 días de la revocación de la auditora, encargada de la supervisión durante los últimos 11 años, para que se encargue también de la verificación de las cuentas del ejercicio 2012. "Tras el requerimiento efectuado por el juzgado de los Mercantil número dos de Pontevedra, Pescanova ha solicitado la suspensión por 60 días del procedimiento instado el 5 de abril, mediante el que se pretendía la revocación del auditor de la compañía para la verificación de las cuentas anuales y consolidadas correspondientes a ejercicio 2012", afirmó la compañía en un comunicado remitido a la CNMV. BDO rechazó en todo momento su revocación como auditor de Pescanova, al considerar que no había incumplido sus obligaciones ni había incurrido en un supuesto de mala praxis, y se ofreció a continuar con el trabajo de revisión de las cuentas anuales del ejercicio 2012. La firma insistió en todo momento que cuando detectó las presuntas irregularidades en Pescanova -deuda oculta y contratos y facturas falsas para lograr créditos- dio la voz de alarma al consejo de administración y exigió a su presidente información, algo a lo que éste se negó en todo momento. BDO contaba, de hecho, con el respaldo de otros grandes accionistas como la cervecera Damm, Luxempart o Iberfomento, que se opusieron en todo momento a su revocación. En el consejo celebrado el 5 de abril dio el visto bueno a la contratación de un auditor forensic para revisar los estados financieros del pasado año, misión en la que está centrada KPMG. Eso significa que hay ahora mismo tres grandes auditores examinando las cuentas de la empresa de congelados gallega.