Les acusa de tres delitos de "uso de información relevante", falseamiento de información económica y cuentas anualesLa Fiscalía ha solicitado al juez que llame a declarar como imputados al presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, y a otros tres accionistas, entre los que se encuentran dos consejeros: Alfonso Paz-Andrade y Jose Antonio Pérez Nievas, que está detrás de la sociedad Iberfomento. A su vez, el fiscal pide al magistrado que admita a trámite la querella presentada contra el presidente y Paz-Andrade por presuntos delitos de "uso de información relevante", "falseamiento de cuentas anuales" y "falseamiento de información económica-financiera". Éste último delito se extiende a ocho sociedades de Pescanova. Por su parte, la querella también acusa a Pérez Nievas y al accionista José Alberto Barreras, de "un presunto delito de uso de información relevante". La Fiscalía ha solicitado que se admita a trámite "parcialmente" la querella presentada por una serie de accionistas tras constatar que todos los acusados habían vendido títulos de Pescanova poco antes de que se hiciera público el enorme agujero económico de la empresa, que arrastra una deuda de al menos 3.300 millones de euros y, según varias informaciones, lleva varios años maquillando sus cuentas para reflejar beneficios cuando en realidad estaba en números rojos. Según recoge el fiscal en un auto, citando fuentes de la CNMV, Sousa y los tres accionistas vendieron títulos por 46,3 millones antes de estallar la crisis, lo que les permitió salvaguardar sus patrimonios personales y evitar la pérdida de 26,7 millones de euros. En concreto, a finales de febrero Sousa vendió 1.688.518 de acciones a 16,26 euros, lo que supuso un ingreso de 27,45 millones, evitando perder 15,6 millones, según estimaciones de la CNMV. Cuando se publicó la situación real de Pescanova las acciones se hundieron hasta los 5,91 euros. Paz-Andrade vendió acciones por 5,8 millones salvando 3,4 millones. Barreras vendió títulos por 11,2 millones evitando una pérdida de 6,3 millones y, por último, Pérez Nievas ingresó 1,87 millones por la venta de sus acciones. En el auto, el fiscal hace suyo el argumento esgrimido por los querellantes que apuntan que la empresa publicó información falsa sobre el estado de sus cuentas para llevar a cabo en verano de 2012 una ampliación de capital de 124,9 millones de euros, lo que supone "en ultima instancia" una conducta de naturaleza "defraudatoria".