La empresa lo necesita para pagar las nóminas y atender compromisos a cortoLa banca acreedora de Pescanova accedió ayer a la concesión de un nuevo préstamo de 55 millones de euros, imprescindible para que la empresa gallega pueda atender sus pagos y evitar su liquidación. Deloitte, administrador concursal de la compañía, se volvió a reunir con las entidades para garantizarles que ese dinero irá a cubir los compromisos financieros a corto plazo, el circulante, y no "para tapar ningún agujero". Aunque el crédito todavía no se ha firmado, a falta de que se acaben de concretar los últimos detalles técnicos en los próximos días, se trataría, fundamentalmente, de abonar las nóminas y realizar pagos en la filial chilena y argentina, que han presentado concurso de acreedores, dejando a la empresa al borde del colpaso al acaparar el 40 por ciento de las captruas en alta mar. La banca ha asumido además que, al margen de este crédito, sólo hay una vía para salvar a la empresa gallega: aceptar una quita y capitalizar parte de la deuda, lo que supondrá su entrada en el accionariado. Aunque las entidades esperarán a que se presente el informe concursal por parte de Deloitte y se conozca la propuesta de convenio con los acreedores, en las reuniones internas del denominado steering commitee o comité de pilotaje de las negociaciones, se da ya por descontado la operación. "Habrá que aceptar una quita o capitalizar deuda o, lo más probable, las dos cosas a la vez. Y tendrá que ser más pronto que tarde", aseguran las fuentes consultadas . Capitalización de deuda La mayor parte de la deuda la concentra la banca española, con Sabadell a la cabeza (222 millones de euros), Popular (165,5 millones), Novagalicia Banco (161,58 millones), Caixabank (157,44 millones) y Bankia (126 millones), integrantes del steering committee junto a Deutsche Bank y Royal Bank of Scotland. Éste último no ha querido, sin embargo, participar en la concesión del nuevo crédito. La banca confía en que, gracias al potencial de la marca y los excelentes recursos pesqueros que suma en todo el mundo, Pescanova puede ser una compañía viable, al contrario de lo que ha ocurrido en los últimos años, por ejemplo, con muchas inmobiliarias. El problema es que su deuda real supera los 3.000 millones de euros, lo que equivale a más de 20 veces el ebitda (resultado bruto operativo), que según las primeras investigaciones llevadas a cabo, también se podría haber inflado. El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, se enfrenta mientras tanto a cuatro expedientes por parte de la CNMV.