El fondo de rescate releva a Adolf Todó en la presidencia de CatalunyaBanc por Carlos Pla para reactivar su ventaEl Frob y el Banco de España dieron ayer el visto bueno a la absorción de Caja España-Duero (Ceiss) por Unicaja tras varios meses de negociaciones tras las ayudas europeas. La operación será analizada el lunes por Bruselas y está sujeta a diferentes condicionantes negociadas y exigidas por la malagueña para garantizar la viabilidad del proyecto común. En concreto, el Frob aprobó la incorporación de la oferta de Unicaja al plan de saneamiento de Ceiss, con el fin de que ésta evite la nacionalización. La castellana ya ha recibido 604 millones en forma de bonos convertibles en acciones del Estado, una de las exigencias de la malagueña para seguir con la operación. Ahora, entre los puntos negociados y que son fundamentales para el desarrollo del plan de integración, destaca que las preferentes y subordinadas en manos de los clientes de Ceiss aporten un capital de, al menos, 1.250 millones. Esta petición obliga a que Bruselas autorice quitas mínimas en la inversión de estos productos e, incluso, no haya, ya que el montante de las emisiones de preferentes y subordinadas es de 1.400 millones. Otra vía es compensar a Unicaja por el posible coste de arbitraje en caso de que se establezcan pérdidas para estos inversores y se abra este procedimiento. Una segunda exigencia es que Ceiss asuma el coste de la reestructuración de oficinas y personal alcanzado esta semana, por el que recortará 1.200 trabajadores. La tercera es que el Frob pague el posible impacto que tenga una eventual indemnización a la Sareb en la revisión de los activos tóxicos traspasados a la Sareb. La cuarta condición, que ha sido aprobada por el Frob, es que el Estado pierda los 525 millones de euros inyectados en preferentes con anterioridad a Ceiss en el proyecto de fusión en 2010. Unicaja, en un comunicado, destacó ayer que la operación está supeditada no sólo a la autorización de Bruselas, sino al cumplimiento de todas las exigencias. Por otra parte, el Frob comunicó ayer la destitución de los dos primeros ejecutivos de CatalunyaBanc, el presidente Adolf Todó y el director general, Jaume Masana, en una reunión mantenida ayer en Madrid con el objetivo de iniciar una nueva etapa para la entidad nacionalizada después de la subasta fallida de abril. El fondo de rescate designará máximo responsable de la entidad a Carlos Pla, que hasta hace unas semanas era el director general de la antigua CajaSur. Se incorporará el próximo 1 de junio. El relevo se debe a las discrepancias, cada vez mayores, entre Todó y el Frob sobre los planes de la antigua caja catalana, que necesita un nuevo saneamiento para evitar el colapso. Pla se encargará ahora de llevar a cabo el plan de reestructuración y limpiar aún más el balance con el objetivo de poner, de nuevo, el grupo a la venta cuanto antes. Todó, en los últimos meses había defendido la integración de CatalunyaBanc en otra entidad a través de la puja, pero se mostraba muy contrario a la creación de una especie de holding público con las cuatro nacionalizadas cuyo liderazgo recaería sobre Bankia. El Frob y el Ministerio de Economía diseñan un plan para intentar una coordinación de todas las entidades estatales para ahorrar costes y coordinarse en la comercialización.