Encaja 422 millones en pérdidas por deterioro de activos y provisiones Banco Gallego, adjudicado al Sabadell por un euro y después de inyectarle 254 millones de euros para recapitalizarlo, despidió 2012 con elevadas pérdidas. Sufrió un resultado neto atribuido negativo de 386 millones, muy superiores a los 29,82 millones que ya perdió en 2011. De nuevo, la exposición inmobiliaria acelera los números rojos. Las cuentas se resienten por los 421,99 millones acusados en pérdidas de activos no corrientes en venta, 28,01 millones en dotaciones y 74,61 millones en otras cargas de explotación. Partidas que hundieron un 74,61 por ciento el margen bruto, pese a que el resultado financiero -el que mide la renta de la actividad pura bancaria- creció un 2,57 por ciento, incluso, en los entornos de tipos de interés históricamente bajos actuales y que redujo un 22 por ciento los gastos. La partida de costes mengua tras reducir la plantilla desde 869 a 757 empleados. El Estado ha comprometido y perdido 325 millones en su reflotamiento. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) aceptó inyectarle 245 millones como paso previo a adjudicárselo al Sabadell para enjugar las pérdidas del ejercicio, superiores al refuerzo de capital. Y, antes de sacarlo a subasta, el organismo público le aportó otros 80 millones. El Sabadell podrá beneficiarse de un crédito fiscal aún sin activar en Banco Gallego cercano a los 200 millones. Sin embargo, deberá soportar los costes de integración de la entidad, participada en su origen por Novagalicia Banco.