La agencia alerta del deterioro del sector ante la situación económica y las decisiones europeas sobre los rescates Moody's puso ayer en cuestiones las afirmaciones del Gobierno y banqueros de nuestro país, que apuntan hacia el fin de la reestructuración del sector y del saneamiento de los balances tras la inyección pública de 42.000 millones y la creación del banco malo o Sareb. La agencia de calificación americana consideró que los elevados riesgos de la economía mantienen su visión sobre el sector, que también se verá afectado por las decisiones adoptadas en la zona euro. Así, ve con "significativa probabilidad" que las entidades españolas tengan que requerir de más ayudas públicas y sufrirán "fugas de depósitos", al tiempo que sus costes se incrementarán. El mensaje de Moody's se produce en pleno debate sobre las nuevas reglas sobre provisiones para el sector. El Banco de España prepara, en el marco del Memorándum de Entendimiento por las ayudas europeas, una nueva normativa que podría afectar a los créditos refinanciados. Un posible incremento de las dotación podría obligar a las entidades a solicitar nuevas ayudas si no pueden asumir el coste por sus propios medios. El supervisor podría adoptar esta decisión por la mala situación económica, que la agencia de calificación destaca en una nota. En cuanto a los depósitos, Moody's indica que las propuestas sobre rescates financieros de Bruselas favorecen los rating de los estados, pero van en detrimento de las entidades, ya que dejan de garantizarse los depósitos de más de 100.000 euros, tal y como ha sucedido en Chipre, cuyos inversores van a asumir una quita para recapitalizar las entidades del país. De esta manera, Moody's sostiene que la medida para blindar las cuentas de los gobiernos "se hace a costa de aumentar el riesgo de una fuga de depósitos".