Tendrán que reportar el tipo de interés, si son refinanciados y los adjudicados Las entidades financieras desnudarán al detalle las condiciones de todos y cada uno de sus créditos de forma regular al Banco de España, que conocerá así de forma casi instantánea la política comercial aplicada a cada cliente y el riesgo asumido sin necesidad de solicitarlo dentro de sus tareas de supervisión o inspectoras. El reporte exahustivo se impondrá gradualmente entre finales de 2013 y 2015 con la nueva circular sobre la Central de Información de Riesgos (Cirbe) que ultima el organismo supervisor. Uno de los cambios de mayor relieve es que el reporte no se limitará a informar del saldo pendiente de cobro global sobre un cliente a partir de 1.000 euros como exige a las entidades en la actualidad, sino que especificarán cada una de las operaciones suscritas con él y con un nivel de minuciosidad inédito. Entre las novedades, figura la de desvelar el tipo de interés y los activos afectos en garantía junto al resto de datos que ya se notificaban pero enriquecidos: los identificativos del titular, de avalistas y el estado del préstamo -si está al corriente de pago, es moroso, se encuentra refinanciado, procede de una novación, subrogación…-. El inventario más allá y la banca tendrá que informar sobre los activos adjudicados con alto grado de detalle -última tasación o grado de construcción, por ejemplo, si es una promoción-, la tenencia de títulos de deuda, de instrumentos de patrimonio y derivados, e informar sobre valores, fondos propios o tesorería. El organismo dirigido por Luis María Linde da así cumplimiento a las reglas de transparencia impuestas por Europa a través del Memorando de Entendimiento (Mou). Su acceso a cualquier dato de una entidad financiera es libre dentro de su función supervisora e inspectora, pero el reporte periódico tan rico supone un salto de escala notable. Por un lado, debería agilizar la actividad inspectora, sujeta a veces a las "catas" de información en carteras de crédito que pueden no desvelar bien el riesgo verdaderamente asumido por la entidad analizada, y facilitar la supervisión si el sistema permite saltar alarmas, indican en una entidad, donde definen de "colosal" la carga de trabajo a la que harán frente para cumplir las nuevas reglas. El Banco de España quiere cuadrar los datos de la Cirbe con los estados contables y los recursos propios para que nada escape y disponga de una foto perfecta del balance de cada entidad totalmente automatizado, algo que debería evitar las "sorpresas" sobre operaciones imprudentes que han salido a la luz con la quiebra de algunas antiguas cajas. La Cirbe es un fichero que registra las posiciones crediticias de la banca para facilitar la labor al Banco de España, pero también la sana gestión de riesgos a las entidades financieras. Recoge todos los créditos, avales y riesgos suscritos -préstamos, créditos, hipotecas, tarjetas de crédito, líneas de descuento y operaciones de arrendamiento financiero-. No es un fichero de morosos como el creado por empresas como Equifax. Pero cuando un cliente solicita financiación, la entidad puede acceder en la Cirbe y evaluar su solvencia antes de darle nueva financiación, cuando vea su posición financiera y sepa si está o no endeudado y paga puntualmente.