Juan Roig respondió a la llamada de auxilio de Alberto Fabra a los empresariosEl 14 de diciembre de 2011, Alberto Fabra convocó de urgencia a los principales empresarios de la Comunidad Valenciana para informarles de primera mano de la grave situación financiera por la que atravesaba la Generalitat y pedirles que compraran bonos patrióticos, en la emisión de 1.800 millones de euros de la que, a dos días del cierre, se llevaban suscritos menos de 800. El presidente de Mercadona, Juan Roig, fue uno de los asistentes a aquella reunión y arrimó el hombro, según se detalla en la memoria anual de la empresa correspondiente a 2012. La compañía líder de la distribución en España invirtió 6 millones de euros en bonos a un año, que le fueron liquidados al vencimiento, el pasado mes de diciembre, con un interés del 5 por ciento. La ayuda de Roig y, probablemente, de otros empresarios, ayudó a que la emisión se cerrase con 1.058 millones suscritos, cantidad insuficiente para que el Gobierno de Fabra pudiera cerrar el año cumpliendo sus compromisos financieros. Fue el momento, ya relatado en el que la Generalitat retrasó varios días un vencimiento de deuda de 123 millones de Deutsche Bank, del 27 de diciembre, que no acabó en default (impago declarado) gracias a la intervención del entonces recién elegido presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La memoria anual de Mercadona también revela el precio que la empresa controlada por Juan Roig pagó a su hermano mayor Fernando por el 2,4 por ciento del capital. El presidente de Pamesa comunicó a la compañía en mayo su deseo de vender parte de su 11,4 por ciento para resolver los problemas financieros del Villarreal Club de Fútbol, del que es accionista mayoritario. Los accionistas, que tienen derecho de adquisición preferente, decidieron que fuera la empresa la que comprara, a un precio de 71,6 millones, lo que supone valorar el 100 por cien de Mercadona en 3.116 millones, aunque su valor real es mayor. Según fuentes de la compañía, la compra se realizó al valor en libros porque el adquirente era la propia Mercadona y las acciones pasaron a la autocartera, que aumentó hasta el 5,21 por ciento. Además de esta adquisición, la empresa realizó un préstamo de 250 millones a Fernando Roig, garantizado con el paquete del 9 por ciento que le queda. El préstamo es a 10 años, a un "tipo de interés de mercado". El dividendo crece El resto del capital no ha variado, con Juan Roig y su esposa como mayores accionistas, con un 50,66 y un 27,71 por ciento, respectivamente, y el empresario andaluz Rafael Gómez, que tiene un 7,4 por ciento. La empresa repartió en dividendos 90,1 millones en 2012, un 58 por ciento más que el año anterior, y los ocho miembros del consejo, en el que están el matrimonio Roig y sus cuatro hijas, tuvieron una retribución de 8 millones, un 33 por ciento más que en 2011. Por otro lado, Mercadona pagó el año pasado 26,5 millones en indemnizaciones por despidos, frente a los 49,2 millones del año anterior, reducción en la que puede haber influido la reforma laboral, además del menor número de salidas. En la rueda de prensa de presentación de resultados, Juan Roig cifró en 2.800 personas -3.000 el año anterior- el número de empleados que habían salido de Mercadona, la mayoría despedidos, cifra que el propio Roig consideró "una burrada", por lo que afirmó que está trabajando para que la rotación en 2015 sea cero.