Apelación unánime a que hagan fusiones empresariales para "ganar tamaño"Financiación, financiación, financiación. Fue la reclamación más realizada por las empresas durante la junta general de la Sociedad de Garantía Recíproca Elkargi que tuvo lugar en San Sebastián la semana pasada. Junto a la petición de financiación los ponentes reiteraron, casi al unísono, que la situación de la industria "es crítica". Entre las apelaciones que se necesita más financiación para favorecer la actividad de las empresas destacó la del presidente de la Corporación Mondragón, Txema Gisasola, que reclamó que se habiliten "fondos de inversiones estratégicas o el equivalente a un Banco Industrial, como hacen alemanes y franceses ante el debilitamiento de su sistema financiero". Una vía para hacerlo, según Gisasola, podría ser articulando una colaboración público-privada. En la misma línea que el presidente de la Corporación Mondragón, en este caso el presidente de AFM -clúster de máquina herramienta-, José Ignacio Torrecilla, indicó que, a pesar de comprender que el Gobierno vasco en sus presupuestos ha de priorizar los gastos, manteniendo los servicios sociales como básicos, no se puede olvidar la importancia de favorecer el desarrollo de la industria precisamente para sostener esos servicios básicos. "Tiene que ser la industria, dinamiza otros sectores, la economía crece, se generan recursos y atendemos a las cosas importantes para las personas. Pero el proceso es ese, hay que tocar la tecla que hay que tocar", señaló. Fusiones de empresas Aunque no se pronunció expresamente la palabra fusión, ésta fue otra de las palabras claves de la jornada de Elkargi en que participaron Guillermo de la Dehesa, presidente del CEPR (Centre for Economic Policy Research) de Londres y del Observatorio del BCE en Madrid; Txema Gisasola, presidente de Corporación Mondragón; José Ignacio Torrecilla, presidente de AFM; Miguel Ángel Lujua, presidente de Confebask; y Mario Fernández, presidente de Kutxabank. De cara a lograr mayor financiación y poder acometer mejor la internacionalización y los mercados globales, todos los ponentes identificaron una debilidad intrínseca de la industria vasca: su escaso tamaño. Por ello, todos, con frases más o menos directas, animaron a las empresas a buscar fórmulas para "ganar dimensión". El más explícito fue Torrecilla, que destacó que la propia AFM ya había procedido a fusionarse y que su propia empresa Maherholding-Goratu intentó otra operación sin éxito. Por eso animó, desde su ejemplo, a que otras empresas hicieran lo mismo.