El catalán se protege de la cartera inmobiliaria y de pymes y pagará un euroEl Frob ha cedido a las peticiones del Banco Sabadell y, finalmente, inyectará 245 millones de euros en el Banco Gallego antes de traspasarlo al grupo que preside Josep Oliu. Dos días después de anunciar que la entidad catalana era la que había realizado la oferta "más adecuada" y tras las negociaciones llevadas a cabo para concretar los últimos flecos, el Frob anunciaba ayer que la adjudicación era para el Sabadell. El organismo explica que el contrato, ya formalizado, incluye una aumento de capital de Banco Gallego por 245 millones de euros, que suscribirá el Frob, y la posterior transmisión de la totalidad de las acciones por el precio de un euro al Sabadell. Esta inyección se suma a los 80 millones de la anterior ampliación de capital, recientemente concluida, también aportados por el Frob a través de la nacionalizada NovaGalicia Banco (antigua NCG), matriz de Banco Gallego, por lo que los fondos públicos aportados, y perdidos, ascienden a 325 millones. El Frob ya había anunciado, con ocasión de la fallida subasta de CatalunyaCaixa, que exigiría un precio positivo para traspasar entidades nacionalizadas y que en las operaciones no se ofrecería un Esquema de Protección de Activos (EPA), como en subastas anteriores. La entidad catalana, cuyo asesor único en esta operación ha sido Citibank, había pedido al Frob, al no poder contar con EPA como forma de protección, alguna garantía sobre la cartera inmobiliaria no traspasada a la Sareb de Banco Gallego, así como el riesgo sobre la cartera crediticia a pymes, por las eventuales pérdidas que pudieran aflorar en los siguientes años. Los argumentos expuestos al Frob por la entidad catalana, según fuentes financieras, es que en función del capital actual de Banco Gallego debería recapitalizarlo con unos 200 millones de euros para que pudiera contar con un ratio de solvencia próximo al 10 por ciento, ya que cuenta con unos 2.000 millones de APR (activos ponderados por riesgo) y que, además, debía cargar con una cartera crediticia que aún no estaba limpia, por lo que pedía o bien una inyección adicional, la solución escogida, o bien que parte de esa cartera no fuera traspasada. Sabadell debe hacer también un canje de híbridos por sus propias acciones. Al tener unos 192 millones y aplicar descuentos, calcula que podrá incorporar unos 140 millones a capital. El efecto adverso para el Sabadell en esta operación, aunque muy tenue, es una pequeña dilución para el accionista. El Sabadell se podrá aprovechar de un crédito fiscal del Banco Gallego de unos 200 millones de euros, lo que quiere decir que en los próximos años podrá compensar pérdidas hasta esa cantidad. Por contra, deberá cargar con los costes de reestructuración de red y reducción de plantilla, que a falta de redundancias en Galicia, se concentrará fuera de esta autonomía. Para el Sabadell es la cuarta incorporación desde que estallara la crisis, lo que le ha permitido pasar de un balance de 72.700 millones a cierre de 2006, a uno superior a los 180.000 millones, tras acordar el traspaso de los activos de Penedés y quedarse con Banco Gallego, y situarse ahora como la quinta entidad financiera del sistema español.