Vengo haciendo énfasis en los últimos dos meses en lo que he llamado resistencias épicas; a las que el mercado norteamericano se ha encaramado protagonizando un primer trimestre de escándalo -con la excepción de la tecnología, circunstancia muy inquietante- mientras en Europa volvíamos a vivirlo con bastante envidia y mucha frustración si hablamos de la periferia o los emergentes. Siempre me gusta decir que donde manda patrón no manda marinero, pero sigo sin quitarme de la cabeza las citadas resistencias. Y si hasta esta semana todo era "maravilloso" en Wall Street, algo pasó el miércoles que puede haber empezado a cambiarlo. Fue una jornada inquietante en términos técnicos pues se produjo la confirmación de un patrón en doble techo en el en Russell 2000 y además el número de series que apoyaron el proceso de deterioro fue descomunal y propio de un techo de corto plazo. Wall Street presenta circunstancias de sentimiento y amplitud como las que vivió antes de las dos correcciones de 2012. No tenemos, sin embargo, condiciones como las de 2000 ó 2007, niveles que son más que protagonistas en términos de resistencias épicas. Si desde aquí he dicho que mi papel no es adivinar si las resistencias van a funcionar, sino irme adaptando si sucede dentro de una estrategia compradora en tendencia principal, hoy debo decir que incluso Wall Street va a estar realmente amenazante si su corrección lleva a los precios por debajo de los mínimos marcados ayer viernes, que como puede verse en los gráficos adjuntos coincide con el soporte horizontal de un eventual doble techo -t1t2?- en el caso del S&P 500 y con el hueco que ofrece filtro a un propio patrón en el caso del Nasdaq Composite. Todo en la zona donde confluye la prolongación de la resistencia creciente que se obtiene uniendo los altos de 2012 para el corto/medio plazo, y los máximos de 2000 y 2007 en el caso del largo como puede verse en los charts adjuntos. La zona 7.800 del Ibex y la 2.550 del Euro Stoxx50 completan los niveles a vigilar.