VALENCIa. Si no fuera por el calor, al encender el televisor en horas de programación infantil uno podría pensar que el día de Reyes está a la vuelta de la esquina. Y es que la publicidad de juguetes se dispara estos meses de verano dentro de la estrategia de las empresas del sector para desestacionalizar sus ventas -el 90% de las ventas de juguetes se concentra en Navidad, según datos del sector-. Los fabricantes de juguetes tienen muy presente que en verano sus principales clientes disponen de más tiempo para jugar, y quieren aprovechar esta circunstancia para incentivar la compra de sus productos sirviéndose de ambiciosas campañas publicitarias que suelen prolongarse de mayo a julio. Smoby Majorette, una de las grandes del sector, ha doblado este verano su inversión publicitaria en televisión en relación con el año anterior. Aunque el trozo más grande del pastel se lo sigue llevando la campaña navideña, la juguetera destina a esta campaña de verano un 15% de su presupuesto anual para publicidad, frente a una inversión del 7% en la misma época del 2005. En Famosa, el fabricante de los populares Nenuco y Pin y Pon, también se ha decidido incentivar en estos meses las ventas de sus productos estrella vía publicidad televisiva, la más rentable para el sector. En los anuncios vuelven a aparecer el Nenuco Andarín o los famosos muñecos Jaggets, que en la campaña navideña batieron récord de ventas. "Son productos que se pueden vender todo el año, pero hemos decidido apoyar su venta en verano", afirma Kristina Saul, del departamento de marketing de Famosa. La empresa alicantina cuenta, además, con un producto muy veraniego, el Nenuco Solete, que según reza su publicidad, consigue ponerse moreno. Simba es otra de las empresas que aprovecha el tirón del verano para publicitar sus productos. Este año le ha tocado el turno a los muñecos de la película "Piratas del Caribe", con cuya licencia se ha hecho la juguetera. Según explica Eva Gonzalez, de Simba, a principios del verano, coincidiendo con el fin de curso, se produce un 'pico' en las ventas de juguetes: "Los padres suelen hacer un regalo a sus hijos si han sacado buenas notas. Es una manera de motivarles en sus estudios".El cubito y la pala Pero las jugueteras no se limitan a promocionar en esta época sus productos habituales. Algunas aprovechan para lanzar amplias colecciones de juguetes específicos para el verano. Es el caso de Smoby, que con el objetivo de desestacionalizar sus ventas, desarrolla desde hace tres años una intensa campaña de producto en los meses estivales. Este verano su apuesta es el juguete de jardín (toboganes, columpios, casitas, cabañas, etc.). "Queremos vender juguetes todo el año y no sólo en Navidad. La estrategia de Smoby pasa por diversificar el producto para vender todos los meses del año", afirma Luis Romera, director general de Smoby España. Frente a la cifra general de estacionalidad del sector (90% de las ventas en Navidad), el grupo de origen francés ha conseguido reducir este porcentaje hasta el 70% en los últimos dos ejercicios, y espera seguir bajándolo este año con los resultados, entre otras acciones, de esta campaña de verano.Sin duda alguna, el juguete estrella de la época estival es el cubito de la playa que suele ir acompañado de todo tipo de accesorios (palas, moldes para arena, regaderas, etc.), un producto que conocen bien en Alvero, Vilaplana y Cia, , una de las primeras marcas nacionales de juguetes de playa. "Hemos apostado fuerte por el producto de verano lo que nos permite vender durante todo el año", dice Javier Muñoz, directivo de la empresa.El hecho de que el grueso de las ventas de juguetes se concentre en Navidad es algo bastante característico de nuestro país. Según datos facilitados por las propias jugueteras, en Francia y Alemania, las ventas se reparten casi a partes iguales: un 55% durante la campaña navideña y el 45% el resto del año. En España no han faltado intentos del sector en su conjunto para intentar desestacionalizar las ventas. Hace años se intentó instaurar el "Día del Niño", a imitación del día del padre o de la madre. La idea era que la fecha coincidiera con el fin de curso en los colegios, como una forma de premiar a los niños con un juguete, pero la iniciativa no cuajó.Bajo presiónEl negocio del juguete se ha resentido en los últimos años. Las empresas han registrado una reducción de su beneficio neto a lo largo de los trés últimos ejercicios. La propia Smoby ha quedado con unos resultados netos en 2004-2005 en torno a los 12,5 millones de euros, cifra raquítica si la comparamos con los 6,7 millones del 2002-2003, o con los 8,3 que se lograron alcanzar en 2003-2004. Aunque el crecimiento no se ha detenido en ningún momento, los últimos resultados son lo bastante preocupantes como para justificar que el sector decida volver a intentar la desestacionalización del sector. A esto hay que sumarle la fuerte competencia de las copias chinas, que llevan golpeando a las jugueteras desde hace mucho tiempo, antes incluso de que salieran a la calle los colectivos textil y musical para protestar por el daño que la piratería hacía asus negocios. Las tiendas de "todo a cien" llevan años ofertando a los padres una forma barata y rápida de acallar las demandas de sus hijos con productos sustitutivos. En cualquier caso, la falta de calidad será algo que se note mucho cuando la copia intente reproducir un sofisticado jueguete electrónico de última generación, pero si hablamos en términos de juguetes de verano para niños pequeños, entonces son Alvero, Vilaplana y Cia los que se ven perjudicados, pues estamos tratando con simples aperos de plástico para remover arena, muy fáciles de replicar e indistinguibles a la hora de comprar. Empresas como la famosa Playmobil o Lego, que ya tuvieron en su momento su propio litigio con los productos copiados, o que -sencillamente- tiene juguetes más difíciles de plagiar, no han acusado de forma tan severa los efectos de la estacionalidad de sus productos. Además, algunos de estos clásicos de la juguetería también siguen con exitosas líneas como la de los piratas de Playmobil viéndose obligadas a terminar con la estacionalidad, no ya como un medio de aumentar beneficios, sino para buscar salida a unos catálogos cada vez más amplios que hacen las delicias de los más pequeños.