A la entidad y sindicatos les separa sólo el tema de los traslados forzososCaixaBank y los sindicatos están a punto de alcanzar un acuerdo para cerrar el ajuste de plantilla. La dirección ha aceptado reducir de 3.002 a 2.600 el número de trabajadores afectados y que las salidas sea exclusivamente voluntarias. Según señalaron ayer el presidente de CaixaBank, Isidre Fainé, y el consejero delegado, Juan María Nin, "en todo el proceso de negociación La Caixa ha sido fiel a su filosofía para buscar la mejor solución, pactando y dialogando con los sindicatos, y manteniendo los valores de la entidad". Fruto de esta voluntad, el ajuste se "hará únicamente con medidas no traumáticas (bajas incentivadas voluntarias, movilidad geográfica y excedencias voluntarias incentivadas) y sin despidos forzosos". Sin embargo, al cierre de esta edición, todavía negociaban sobre los traslados forzosos de trabajadores. La entidad reclama que se aplique la movilidad forzosa de 1.200 empleados, 800 trabajadores menos que la propuesta inicial, que era de 2.000. Los sindicatos CCOO, SECPB y UGT consideran que el número de traslados forzosos exigidos, la mitad de larga distancia, es decir, a más de 150 kilómetros del centro de trabajo actual, es demasiado elevado. "Aquí estamos encallados, pero ahora por fin vemos luz al final del túnel", señaló el secretario general de CCOO en CaixaBank, Joan Sierra. En los últimos días, CaixaBank ha mejorado las condiciones económicas de las prejubilaciones y las bajas incentivadas, ha accedido a retirar el despido de los 743 trabajadores de Banca Cívica que están ahora en situación de suspensión temporal de contratos y abrir un plan de excedencias especiales para un máximo de 500 personas. Las posiciones son muy próximas en las condiciones. Ofrece una una prima por antigüedad junto a la indemnización de 45 días por año trabajado con un límite de 42 mensualidades a empleados con 57 años o menos y prejubilaciones a partir de 53 años.