El Santander mejoró su oferta la tarde del lunes, pero se consideró insuficienteLa suspensión de la subasta de CatalunyaCaixa por segunda vez ha cogido a contrapié a los principales protagonistas de la operación. Tanto los actuales gestores de la caja como el Banco de España y el Frob están a la espera de la decisión del Ministerio de Economía para determinar qué hacer con la entidad. El desconcierto se produce porque se daba por hecho que Banco Santander se quedaría con la antigua caja y se encargaría de realizar el ajuste de oficinas y plantilla, además de resolver temas tan importantes como dar una alternativa a los ahorradores que compraron preferentes de la entidad catalana, indicaron fuentes conocedoras de los entresijos de la fallida subasta. Según dichas fuentes, los técnicos del Banco de España daban por hecha la venta al Santander el pasado lunes, en una operación que también contaba con el beneplácito tácito del Frob. "Era la solución técnica más adecuada para resolver todos los problemas", indican dichas fuentes. Sin embargo, el Ministerio de Economía, que dirige Luis de Guindos, frenó la operación, porque ninguna de las ofertas presentadas se acercaba a los 1.000 millones de euros que, al parecer, el Gobierno quería obtener por CatalunyaCaixa. Ni los 1.600 millones en créditos fiscales prometidos por Economía (y cuestionados por los auditores de las entidades) fueron suficiente para que los bancos interesados (el Santander, Sabadell, BBVA y Popular) se aproximarán a la cifra. Es más, sólo Santander y Popular formularon una oferta positiva, en lugar de pedir ayudas. Las fuentes consultadas relatan que, pese a todo, el banco que preside Emilio Botín mejoró su oferta el mismo lunes al filo de las cinco de la tarde, momento de cierre del plazo de aceptación, lo que da idea de su interés por CatalunyaCaixa, "pero no a cualquier precio". La decisión de Economía ha trastocado los planes del Frob y del Banco de España, que ahora esperan el plan B para la entidad. De Guindos descarta una fusión a tres bandas entre Bankia, Novagalicia y Catalunya Caixa e, incluso, sólo con Bankia. La Unión Europea no lo permite y dañaría el plan estratégico de Bankia, al lastrarlo con los costes de reestructuración. Economía trabaja en la posibilidad de crear un holding del que dependerían las tres entidades nacionalizadas, lo que supondría crear un especie de conglomerado similar a la Sepi. Pero esa solución supondría un nuevo parón en la reestructuración de CatalunyaCaixa, que no aplicará el plan que presentó en Bruselas. "Nosotros tenemos un plan presentado, pero si se hiciera un holding no sabemos si ese plan de negocio valdría o tendría que elaborarse otro, teniendo en cuenta a las otras entidades", indicaron. Lo que por el momento parece seguro es que el actual presidente de CatalunyaCaixa, Adolf Todó, seguirá para afrontar la nueva etapa. Se había especulado con su salida una vez que la normativa le rebajó un 80 por ciento el sueldo: de 1,55 millones anuales a 300.000 euros.