Los ajustes de valor de algunos activos y la caída de la construcción en España pasan facturaTres de las constructoras más grandes de este país, FCC, ACS y Sacyr, lograron ayer lo que hace unos años parecía imposible: sumar pérdidas entre las tres de más de 3.900 millones de euros. Una cifra que escuece de cara a los inversores y donde los ajustes de valor contable y la caída de la construcción en España han tenido mucho que ver. ACS, con números rojos de 1.926 millones de euros, es sin duda la mayor damnificada, aunque en este caso, según ha indicado la empresa, las pérdidas obedecen más a la venta de una participación en Iberdrola por debajo del precio de compra y a un ajuste de valor en la eléctrica que a la mala marcha de sus actividades. En concreto, la venta de 775 millones de acciones de Iberdrola ha generado pérdidas netas de 1.312 millones y el test de deterioro de 1.308 millones. Al margen del impacto de este saneamiento, el beneficio neto ordinario de ACS se habría situado en 705 millones de euros, casi un 10 por ciento inferior en comparación con 2011. Una tendencia que, por el contrario, no se observa en los apartados de ventas y resultado bruto de explotación, magnitudes ambas que crecen un 35 por ciento y un 33 por ciento respectivamente, hasta 38.396 millones y 3.088 millones, respectivamente. En el apartado de deuda, la compañía ha destacado una reducción de casi el 47 por ciento en el importe de la misma. De esta forma, el endeudamiento de ACS, de 9.334 millones de euros al cierre de 2011, pasa a ser de casi 5.000 millones, con 1,8 veces ebitda. El grupo, no obstante, sigue compensado la caída de la actividad de construcción y concesión en España con una ambiciosa política de expansión. Así, el 84 por ciento de las ventas cosechadas en 2012 tenían su origen fuera de nuestras fronteras. La cartera de negocio de ACS, por su parte, cayó ligeramente un 0,8 por ciento hasta los 65.626 millones. Fuertes saneamientos Por detrás de ACS se encuentra FCC. La empresa, qua ya en 2013 anunció los nombramientos de Esther Koplowitz como presidenta y Juan Béjar como consejero delegado, cerró 2012 con números rojos de 1.028 millones. "El fuerte saneamiento de carácter extraordinario realizado en los activos como consecuencia del impacto de la crisis en algunas de sus áreas de actividad" es el argumento esgrimido por la constructora para justificar el volumen de pérdidas. En total, los ajustes y saneamientos suman 1.146 millones y de ellos 300 millones están asociados a las pérdidas operativas en las actividades de construcción de su filial austriaca Alpine. En el apartado de ingresos, FCC obtuvo 11.152 millones de euros, un 6,3 por ciento menos, mientras que su resultado bruto de explotación (ebitda) también cayó hasta los 753 millones (un 40 por ciento menos). En endeudamiento financiero del grupo creció un 7,5 por ciento, de 6.593 millones a casi 7.100 millones. La cartera de negocios se contrajo más de 700 millones hasta 24.980 millones de euros. Impacto de Repsol De las tres grandes constructoras que ayer presentaron sus resultados, Sacyr fue la que menos pérdidas registró. La empresa que dirige Manuel Manrique, al compás de "un criterio de extrema prudencia en todas las áreas de actividad", ha afrontado ajustes de valor por su participación en Repsol de 1.066 millones de euros. Una revisión que cifra su 10 por ciento en la petrolera en 2.517 millones y que deja el precio por acción en poco más de 20 euros frente a los casi 22 euros fijados antes de verano. Hace un año, no obstante, la valoración que se hacía era de más de 28 euros. "Hemos querido ser muy cautelosos y hemos aplicado saneamientos que nos aseguren frente a cualquier eventualidad que pueda presentarse", explica Manrique. Las ventas de la empresa menguaron un 5,4 por ciento, hasta 3.613 millones, y el resultado bruto de explotación hizo lo propio, pasando de 523 a 506 millones, mejorando el margen ebitda hasta el 14 por ciento. Su deuda es de 8.643 millones de euros.