Las autoridades sanitarias realizarán 150 muestras mensuales en EspañaLa aparición de carne de caballo está extendida por toda la cadena alimentaria y a lo largo de todo el territorio de la Unión Europea. Esa es la sospecha de Bruselas que, poco a poco, se va confirmando tras la aparición cada día de nuevas trazas en todo tipo de alimentos. Con todas las miradas puestas ahora mismo en Nestlé -es la empresa más afectada y la que ha tenido que retirar más productos-, el Comité Permanente de Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea ha ordenado poner en marcha 2.250 inspecciones al mes a lo largo y ancho de todo el continente. En esta línea, se han iniciado ya las primeras investigaciones, cuyo número depende del tamaño de cada país. Bruselas ha acordado así realizar 150 inspecciones en cada uno de los seis países de mayor tamaño -España, Italia, Alemania, Francia, Reino Unido y Polonia- 100 en los de una superficie y población media -Holanda, Bélgica, Portugal, República Checa, Bulgaria, Austria, Suecia, Hungría, Grecia y Rumanía-; y 50 o 10 respectivamente en los más pequeños. Según han confirmado fuentes del sector, estas inspecciones, realizadas por las autoridades sanitarias de cada país, son las que han permitido detectar por ejemplo las trazas de carne de caballo en los productos de Nestlé. El gigante de alimentación suizo, que se vio obligado a retirar ya hace una semana raviolis y tortellinis de la marca Buitoni en España e Italia, tuvo que admitir ayer que había también carne de caballo en otros ocho platos preparados más, de la marca Buitoni, pero también de La Cocinera. Las autoridades sanitarias sospechan que puede haber habido una falta de control por parte de la multinacional, que en un primer momento acusó a un proveedor alemán y que ahora ha intentado responsabilizar a una empresa española, Servocar, con sede en la localidad toledana de Casarrubios del Monte (Toledo). Sea como fuere, la Agencia de Seguridad Alimentaria está centrando sus investigaciones en esta compañía, que podría enfrentarse a una avalancha de denuncias por supuesto engaño al consumidor. Sin respuestas Frente a la falta de respuestas por parte de Nestlé, la que si que se ha puesto manos a la obra ha sido Servocar. La compañía informó ayer que ha enviado un burofax a la multinacional suiza para requerirle que se ponga en contacto con ella y aclare si la carne con trazas de caballo encontrada en sus productos proviene de sus instalaciones. Servocar ha detallado que es proveedor acreditado por Nestlé desde hace más de 25 años, tiempo en el que "ha superado satisfactoriamente todas las auditorías impuestas por la compañía relativas a la calidad de los productos, instalaciones y buenas prácticas". Según ha precisado, la última de estas auditorías de calidad fue hecha con fecha 24 de octubre de 2012. La compañía vende aproximadamente 65.000 kilos de carne de vacuno a Nestlé y como su intermediario cárnico ha incidido en que no procesa ningún tipo de carne para dicha compañía, sino que sólo suministra piezas enteras (delantero de vacuno deshuesado). En el sector hay quien piensa ya por todo ello que Nestlé está intentando eludir responsabilidades.