La empresa, con 420 empleados, no contempla despidos pese al concursoEl presidente de Reyal Urbis, Rafael Santamaría, anunció el pasado martes que se acogía al concurso de acreedores no sin antes haber despejado cualquier duda sobre el futuro de los trabajadores y, no menos importante, con la tranquilidad de que ninguno de sus clientes (compradores de algunas de sus promociones en venta) se quedarían "tirados en el camino". Efectivamente, ha sido así. Según explicó la empresa, Santamaría llevaba ya casi tres años sin construir ninguna vivienda, después de que en 2010, en la última refinanciación, acordara con sus bancos la congelación de su actividad de promoción inmobiliaria. En este momento, cuenta con 780 viviendas terminadas y pendientes de vender repartidas por el país. Además, tiene otros 16 pisos ya reservados pendientes de entrega "en los plazos previstos en el contrato", tranquiliza la empresa. Sin embargo, esa tranquilidad no coincide con la del colectivo de consumidores Adicae, que aseguró que ha comenzado a actuar para evitar que el concurso de acreedores cause perjuicios a las familias que hayan comprado una vivienda a la compañía. Hoteles e inmobiliaria Por otra parte, los 420 empleados de la casa han recibido el mensaje tranquilizador de que sus puestos de trabajo estaban seguros, todo ello a la espera de que la administración concursal que nombre el titular del Juzgado de lo Mercantil número 6 dé los primeros pasos. El grupo cuenta con una plantilla de 420 personas. Un total de 137 trabajan en la inmobiliaria y los 283 restantes lo hacen para la cadena de hoteles de la compañía que opera a través de las marcas Rafaelhoteles, Rafaelhoteles By y Holiday Inn. Se trata de ocho establecimientos urbanos en Madrid, Barcelona y Lleida que no se podrán incluir en el concurso.