Sustituye a Eric Surdej y pone a la directora en Portugal, Claudia Silva, al frente del negocioRelevo en la cúpula directiva de Fnac, la cadena de tiendas de ocio y cultura, propiedad del grupo de lujo francés Pinault-Printemps-Redoute (PPR), dueño también de Yves Saint-Laurent o Gucci. La compañía ha decidido sustituir al frente de la filial española a Eric Surdej, apenas siete meses después de su nombramiento en julio del año pasado. Fuentes de la empresa han confirmado a elEconomista que Surdej será sustituido a partir de ahora por Claudia Silva, primera ejecutiva de la compañía en Portugal, y que asumirá la gestión de toda la Península Ibérica. Surdej, que ocupaba hasta su llegada a la Fnac el cargo de director general de LG Electronics Francia, había sustituido previamente en el cargo a Enrique Martínez, que pasó a desempeñar el año pasado la dirección en el mercado galo. Los motivos de la salida de Eric Surdej no se han hecho públicos, aunque desde Fnac se admite que ha abandonado la empresa. En las últimas semanas han surgido asimismo rumores alrededor de una posible reestructuración en la filial española, debido a una caída de las ventas. De hecho, se habría producido alguna salida entre los 2.000 trabajadores. Un portavoz de Fnac asegura, sin embargo, que "no hay ninguna regulación de empleo en marcha". La compañía, que cuenta con 25 establecimientos en el mercado español, sí que ha decidido paralizar por el momento su expansión, descartando la apertura este año de ninguna tienda nueva. El pasado mes de octubre, PPR anunció su intención de desprenderse de Fnac, así como de la tienda de moda en Internet La Redoute. La idea es un cambio de estrategia que pasa por apartarse de sus negocios en la distribución (cuyos resultados no han sido ajenos a la crisis) para centrarse sólo en las principales marcas de lujo y deportivas. Demasiado peso para PPR Las 154 tiendas de la Fnac repartidas por todo el mundo y sus 14.000 empleados se han convertido en una carga por sus malos resultados, sobre todo porque cada vez más los consumidores optan por Internet para comprar tanto libros como música. El año pasado, de hecho, Fnac anunció planes para reducir su presupuesto en 80 millones de euros y despedir a 500 trabajadores en Francia y en el exterior. Los resultados del año pasado todavía no se conocen, pero en 2011 la cadena tuvo en España unas ventas de 429,8 millones de euros, lo que supuso un 0,43 por ciento menos que el año anterior. El beneficio se desplomó, en cambio, un 44 por ciento, hasta 12,4 millones. A la espera de que se auditen y se hagan públicas las cuentas de 2012, todo indica que el parón del consumo ha vuelto a pasar factura a la empresa y las cifras que se publiquen finalmente pueden ser aún peores.