Logra sus primeros beneficios y lidera el crecimiento de su grupo en ventas y 'ebitda' Nadie diría que España digiere la peor crisis económica que recuerda con las cuentas de Orange en la mano. El operador de telecomunicaciones presentó ayer los resultados de 2012, donde aparecen vigorosos brotes verdes, lo que lleva la contraria al resto de su sector. Ante esta situación, no es extraño que Orange España presuma de autoestima por, al menos, una decena de razones: Acaba de lograr los primeros beneficios netos de su historia; se ha consolidado como la filial europea que más crece en ingresos y ebitda de su grupo; ha incrementado su rentabilidad el 13,3 por ciento de un año para otro; ha elevado su cuota de mercado en fijo y móviles, tanto en valor como clientes; ha terminado el año liderando la portabilidad; ha disparado sus inversiones el 16,9 por ciento en términos interanuales, hasta los 473 millones, para así mantener su evolución y responder a las demandas de sus clientes; ha incrementado sus ingresos el 0,9 por ciento, al mismo tiempo que ha rebajado las tarifas; ha ampliado su plantilla con los 800 nuevos puestos del centro de atención al cliente de Oviedo, por lo que ya suma casi 4.000 empleados; ya acumula cinco años consecutivos mejorando sus resultados anuales; y ha registrado mejores resultados que sus competidores (Movistar, Vodafone y Yoigo). Por todo lo anterior, Orange considera cada vez más factible cumplir el objetivo que se marcó hace dos años en su denominado Plan Conquista. En dicho programa la filial española de France Télécom se conjuró para convertirse en el segundo mayor operador de móviles del país a lo largo de 2015, en detrimento de Vodafone. Al cierre de 2012, la cuota de mercado de Orange era de 21,63 por ciento, frente al 26,63 por ciento de Vodafone. De esa forma, la filial de France Télécom ha reducido a la mitad la distancia que le llevaba Vodafone hace tres años, cuando disponía del 20,29 por ciento del mercado móvil frente al 30 por ciento de su principal rival. Durante el último trimestre de 2012, los ingresos de Orange aumentaron un 0,1 por ciento hasta alcanzar los 1.011 millones de euros. La clientela de la filial alcanza los 13,2 millones de líneas (11,8 millones de móvil y 1,4 millones de banda ancha). En esas cifras no se contabilizan los 400.000 usuarios de Simyo, operador adquirido por Orange el pasado enero.