Bolivia prevé fijar en marzo la primera indemnización a una empresa españolaLa amenaza se ha consumado. El Gobierno de Evo Morales ha cumplido su advertencia y ha dictado un nuevo decreto supremo de expropiación contra una empresa española, el tercero. De nada han servido las reuniones y los contactos bilaterales mantenidos por la diplomacia española con el ministro de Exteriores boliviano, David Chonquehuanca, a principios de mes, tal y como adelantó elEconomista, ya que finalmente el Gobierno boliviano no ha alcanzado un acuerdo con Abertis y Aena para fijar las inversiones para los próximos años en la empresa aeroportuaria Sabsa. Evo Morales ya intentó llevar a cabo la expropiación a Abertis y Aena en mayo del año pasado, coincidiendo con la toma de control de la filial de Red Eléctrica, Transportadora de Electricidad (TDE). En aquel momento, la intervención del presidente de Repsol, Antonio Brufau, y el de La Caixa, Isidre Fainé, lograron frenar el golpe con llamadas telefónicas a los altos responsables políticos bolivianos. Posteriormente, en diciembre, el golpe fue para Iberdrola. La eléctrica es la empresa que menos datos ha aportado sobre la situación. La compañía se reunió a finales de enero con el Ejecutivo boliviano y recibió el compromiso habitual de sus autoridades de fijar una valoración independiente para pagar el justiprecio, pero la eléctrica sigue sin aclarar si ha enviado ya una carta de controversia al Gobierno boliviano. Con este último movimiento, ya son tres las empresas españolas que ha expropiado Evo Morales y ninguna la que haya logrado cobrar cualquier tipo de indemnización. La empresa que parece más cercana a este objetivo es Red Eléctrica, que tiene previsto reunirse a mediados de marzo con los representantes del Gobierno boliviano. En este encuentro, tal y como estaba previsto, se analizará un informe elaborado por una consultora presumiblemente independiente, en la que se tendrá que fijar el precio de la indemnización. Por si acaso, Red Eléctrica envió en su momento la carta de controversia y ahora ya puede acudir a un arbitraje internacional que de momento tiene guardado como un as en la manga por si Bolivia no otorgara una indemnización adecuada. El presidente de REE, José Folgado, siempre ha defendido un acuerdo negociado. Acoso empresarial Morales forma parte de un grupo de gobernantes latinoamericanos cuya popularidad parece estar basada únicamente en los golpes que le inflingen a las empresas extranjeras que operan en el país. En mayo de 2008, tomó el control de la compañía de logística y almacenamiento CLHB, hasta entonces en manos peruanas y alemanas, y la transportadora de hidrocarburos Transredes, participada por la británica Ashmore y Shell. Ese mismo mes, llegó a un acuerdo con Repsol, que le permitía recuperar la mayoría de su filial Andina y nacionalizó Entel, filial de Telecom, según Efe. En enero de 2009, Morales completó la nacionalización de Chaco, participada por BP y Bridas. En mayo de ese año le llegó el turno a Air BP. La oleada de estatalizaciones prosiguió en 2010 con cuatro empresas eléctricas, una de ellas (Corani) subsidiaria de la francesa GDF Suez y otra (Guaracachi) de la británica Rurelec PLC, además de las bolivianas Vallehermoso y Empresa de Luis y Ferza Eléctrica de Cochabamba. También en 2010 nacionalizó la pequeña fundidora de antimonio Metalúrgica Vinto-Antimonio, filial de la suiza Glencore, que había dejado de operar en los últimos años.