madrid. Cuando el Santander tendió la mano a los sindicatos en junio con el proyecto de crear un plan de pensiones para toda la plantilla, era difícil adivinar que alcanzarían un acuerdo en escasas semanas. Conseguir que el banco ponga dinero para complementar la pensión de los empleados contratados después de 1980 -el resto ya lo tienen- era una vieja reivindicación sindical. Y, dada la tradicional resistencia del grupo, se presumían largas negociaciones. Pero el acuerdo se vislumbra próximo. "A falta de un último esfuerzo", indicaba ayer Fes-UGT. Y es que el Santander ha vuelto a subir la oferta: aportará 560 euros al plan por cada empleado, frente a los 450 propuestos en un comienzo. El trabajador no está obligado a ingresar nada, pero puede hacerlo si quiere tener un mejor colchón para la jubilación.Los beneficiarios son los trabajadores del Santander en España, con antigüedad superior a dos años, y los que se prejubilen este año. ¿Qué les separa de la firma? UGT exige pactar un sistema de revalorización para las aportaciones y que se tengan en cuenta los servicios pasados.