En principio serían cinco días seguidos de paros a partir del 18 de febreroLos sindicatos de tierra de Iberia y los TCP (las azafatas) -colectivos que representan el 93 por ciento de la plantilla de la aerolínea- esperarán a la reunión con el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (Sima) antes de convocar oficialmente los días de huelga. Según explicaron fuentes oficiales de este colectivo a elEconomista, están a expensas de que este organismo dependiente del Ministerio de Empleo y Seguridad Social les convoque a una reunión, que podría celebrarse como día más probable el próximo jueves. La intención inicial es anunciar cinco días seguidos de paros a partir del próximo 18 de febrero inclusive, una vez que la semana pasada realizaran el preaviso de conflictividad en el propio Sima. La nueva hornada de movilizaciones llega tras la ruptura de negociaciones con Iberia a finales de la semana pasada. La dirección de la aerolínea española ofreció un plan que reducía un tercio los despidos (hasta 3.147 empleados) y suavizaba las bajadas de sueldos, pero los sindicatos lo rechazaron calificándolo de engañoso. Ajuste más duro Tras el no de este colectivo, el consejo extraordinario de IAG, el holding nacido fruto de la fusión entre British Airways e Iberia, decidió volver al plan original de despidos, con un ajuste mucho más duro de 4.500 empleados, que podría realizarse con las mismas condiciones que las de la legislación laboral actual: una indemnización de 20 días por año trabajado, con un máximo de doce meses. La reforma laboral permite a las empresas acogerse a esta modalidad siempre que demuestren una palpable caída de ingresos durante tres trimestres seguidos, una condición que cumple sobradamente Iberia, además de las pérdidas que registró durante los tres primeros trimestres del pasado ejercicio y que alcanzaron los 262 millones de euros. La compañía también va a esperar a la reunión en el Sima antes de tomar una decisión sobre si presenta el ERE de 4.500 trabajadores. Una vez que lo pusiera en marcha hay un mes de plazo para negociar con los representantes de lo trabajadores, por lo que el recorte podría estar aprobado antes de que comenzara la temporada de verano, que en la aviación tiene su pistoletazo de salida el 1 de abril. Tres meses perdidos Ya casi se han cumplido tres meses de infructuosas negociaciones desde que el pasado 9 de noviembre IAG anunciara el plan de transformación de Iberia. Según las cifras originales del recorte, el colectivo más afectado por los despidos sería el de Tierra, con la marcha de 3.037 empleados (entre los que se incluyen 583 de mantenimiento y 1.170 de handling). Por su parte, las azafatas tendrían que tener un recorte de 1.285 trabajadores de una plantilla total de 3.464 personas. El ERE afectaría a 537 comandantes de un colectivo de 1.441. En este último caso se da la circunstancia de que si se producen los despidos ya se sabrían con nombres y apellidos todos los empleados afectados, ya que los pilotos y segundos de a bordo de Iberia tienen firmado por convenio colectivo que si se aplica un ERE abandonarían la compañía los empleados más bajos en el escalafón de la empresa. O sea, los que llevan menos tiempo en Iberia.