Willie Walsh anuncia que hará los cambios necesarios para asegurar "la supervivencia y viabilidad" de la aerolíneaSe acabó. El consejo extraordinario de administración que ayer celebró IAG retoma el ajuste duro que se anunció el pasado 9 de noviembre tras tres meses sin alcanzar un acuerdo con los sindicatos de Iberia. A partir de este momento, se reducirá la capacidad para 2013 en un 15 por ciento -un recorte que se comenzará a notar en la próxima temporada de verano, que comienza el 1 de abril- y se despedirá a 4.500 empleados. En la reunión de ayer, el consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, mostró su desesperación por la negativa de los sindicatos a aceptar la última propuesta, que suponía una reducción de un tercio de los despidos anunciados en un primer momento, según explican fuentes conocedoras del contenido del encuentro. Ante este bloqueo, el consejero delegado de IAG, Willie Walsh, ha decidido tomar las riendas del proceso y señaló en un comunicado oficial que el holding nacido de la fusión entre British Airways e Iberia está unido "para llevar a cabo los cambios que sean necesarios con el fin de asegurar la supervivencia y viabilidad futura" de la aerolínea española. Aunque el comunicado es algo ambiguo -IAG habla textualmente de "planes alternativos"- fuentes conocedoras del contenido de la reunión aseguran a elEconomista que el ajuste duro es de aplicación inmediata y que los despidos de los 4.500 trabajadores se realizarán con las condiciones que permite actualmente la ley: 20 días por año trabajado, con un máximo de indemnización de un ejercicio. De esta manera, se descarta un ERE mucho más suave y parecido al que tenía vigente Iberia desde 2001. Un portavoz oficial de IAG, preguntado por los 4.500 despidos, responde que "existe un proceso formal que debe ser seguido de acuerdo a la legislación laboral española, por lo tanto no podemos comentar respecto de cifras específicas". Palabras de las que sí se desprende que se aplicarán las duras condiciones de la reforma laboral. El recorte de capacidad de la aerolínea ya se empezó a realizar el 12 de enero en algunas conexiones europeas, pero se continuará a comienzos de abril, eliminando las rutas al Caribe. Según las mismas fuentes, el consejo de administración de IAG se mostró unánime a la hora de volver al ajuste duro, tras comprobar cómo han fracasado las negociaciones con los sindicatos. Aún así, "Iberia sigue lista y dispuesta a negociar con los sindicatos", añadió IAG en el comunicado. El holding insiste en sus planes para alcanzar un equilibrio en términos de flujo de caja operativo para la segunda mitad de este año, hito que constituiría el primer paso para que Iberia tenga una nivel de rentabilidad aceptable en 2015. Cinco días de huelga Pese a que IAG dice seguir dispuesto a negociar, el distanciamiento con los sindicatos está en su punto más álgido tras los tres meses de estériles negociaciones. De hecho, ya han presentado un preaviso de huelga, por lo que se esperan movilizaciones a partir del próximo 15 de febrero, justo coincidiendo con la llegada del primer A330-300 a la flota de Iberia. Todavía no se han definido los días, pero todo parece indicar que serán cinco jornadas de paros de 24 horas cada uno.