Eduardo Quintana sustituye a Manuel Arias al frente de Altamira Real StateBanco Santanter ha realizado un nuevo cambio en la cúpula de su sociedad inmobiliaria. Altamira Real State ha nombrado presidente a Eduardo Quintana, en sustitución de Manuel Arias. La decisión se produce en plena fusión de Mesena, filial promotora de Banesto. Esta integración se inició el pasado verano y precede al proceso de integración plena del banco que preside Antonio Basagoiti. Hace tres meses, la entidad puso en marcha la reorganización de la cúpula de Altamira, con el nombramiento del expresidente de Urbis, Luis Arreondo, como consejero delegado, lo que produjo la salida de Manuel del Castillo de la compañía. El nuevo presidente de la inmobiliaria procede de la propia casa. Hasta ahora era el director de recobros de la filial de consumo del grupo, de la que era miembro de la comisión de consumo. La incorporación de Quintana ha obligado a recolocar a su antecesor en Altamita. A partir de ahora, formará parte del equipo de Gesban, una sociedad filial del grupo que se dedica a la gestión de servicios de administración. La inmobiliaria se enfrenta a dos retos importantes: completar la absorción de Mesena y competir, además de con el resto de promotoras de los bancos, con el banco malo o Sareb, que aglutina los activos tóxicos de las entidades nacionalizadas y que reciban ayudas públicas. La integración de Mesena está encauzada y prácticamente cerrada. La filial de Banesto aporta pisos y terrenos por un importe superior a los 3.500 millones. Altamira dispone en cartera viviendas y suelos por más de 4.500 millones. Es previsible, además, que aglutine también a los activos adjudicados procedentes de Banif, filial que también será absorbida por la red Santander a lo largo del primer semestre de este año. En cuanto a la competencia, tendrá que continuar con una política de precios atractiva y una fuerza comercial potente para deshacerse de inmuebles y plantar cara a las ofertas que pueda lanzar el banco malo, que será la primera promotora del país y de Europa. La Sareb cuenta con cierto margen de maniobra, porque ha tomado los activos de las nacionalizadas a un valor inferior al que tienen las entidades sanas en balance. Por el momento, la evolución de ventas de Altamira y de Mesena ha sido relativamente positiva. En 2012 comenzó a reducir el volumen de adjudicados en cartera por las menores entradas procedentes de impagos y por el aumento de las desinversiones. Entre ambas, el volumen de inmuebles bajó en los nueve primeros meses del ejercicio en más de 310 millones de euros. Tanto Altamira como Mesena han sido muy activas desde el principio de la crisis en lanzar al mercado campañas especiales, con rebajas de hasta un 60 o 70 por ciento. Fueron las primeras que se deshicieron del stock aparcado en la urbanización de El Pocero en Seseña. Para ello sacó las viviendas a un precio por debajo del coste de construcción, a 65.000 euros de media. Las ventas, como en el resto de bancos, está apoyada por la financiación especial de la red de sucursales del propio Santander.