La viceministra del ramo justifica que el grupo no quiso ampliar sus operacionesAño negro para las empresas españolas en Latinoamérica. El último varapalo se lo ha llevado Iberdrola con la expropiación de cuatro de sus filiales en Bolivia por el Gobierno de Evo Morales. Ayer, el Ejecutivo salió al paso para justificar esta iniciativa y aseguró que Iberdrola no quiso ampliar la distribución de electricidad en las áreas rurales de las regiones de La Paz y Oruro, ni igualar las tarifas de esas zonas con las de las ciudades. En una entrevista con la radio Erbol, la viceministra de Electricidad, Hortensia Jiménez, explicó que el Ejecutivo pidió a Iberdrola que ampliara sus operaciones en las áreas rurales para que bajara el coste de los servicios en el campo, pero la empresa no les dio una "respuesta definitiva". "Ellos no veían posible una solución de este tipo, no lo demostraron de manera directa", espetó. Esta nueva expropiación por parte de Bolivia fue anunciada el pasado sábado por el propio Morales tras presentar un decreto que expropia las acciones de Iberdrola en las principales distribuidoras eléctricas de La Paz, Electropaz, y de Oruro, Elfeo, en la empresa de servicios Edeser y en una gestora de inversiones. Bolivia asegura que su intención es equilibrar las tarifas eléctricas entre las áreas urbana y rural de ambas regiones, pues mientras en las ciudades el coste promedio es de 0,63 bolivianos (0,09 dólares) por kilovatio/hora, en el campo sube hasta los 1,59 bolivianos (0,23 dólares), informa Efe. Tras el decreto de expropiación tanto el Ministerio de Exteriores como Iberdrola reclamaron una indemnización justa por la nacionalización de estas filiales. Las compañías expropiadas suponen alrededor del 0,2 por ciento del negocio de Iberdrola y unos 6 millones de euros del beneficio total (2.804 millones en 2011). Según expertos, el valor de las inversiones expropiadas oscila en torno a los 100 millones de dólares, algo más de 75 millones de euros. Tasación en 180 días Las firmas expropiadas pasarán a estar bajo control de la Empresa Nacional de Electricidad boliviana (Ende), con lo que se pone fin a la presencia de Iberdrola en Bolivia. La propia Ende abonará el precio de las acciones después de que una empresa independiente realice una tasación, para lo que dispondrá de un plazo de 180 días. El pasado mes de mayo, Morales también expropió Transportadora de Electricidad, de Red Eléctrica. El Gobierno boliviano aún no ha compensado por ese expropiación a la empresa que preside José Folgado.