MADRID. Tras tres intentos frustados por parte de Transportes Aéreos de Portugal (TAP) por hacerse con el control de la aerolínea Varig, la empresa lusa insiste en comprarla, una vez que la compañía brasileña concluya la subasta y constituya una nueva con una deuda menor-la empresa arrastra una deuda cercana a los 3.500 millones de dólares-. " Sólo nos interesa una nueva Varig, con una deuda mucho más pequeña", declaró el presidente de TAP, Fernando Pinto, en una entrevista publicada ayer por Jornal de Negocios. A pesar de la situación deficitaria de la aerolínea, ésta "tiene posibilidades de recuperación", añadió.