Rajoy defiende el acuerdo porque "da certidumbres sobre el sector financiero"Los líderes europeos celebraron ayer con alharacas el acuerdo alcanzado la noche anterior por sus ministros de Economía para poner en marcha en el horizonte de marzo de 2014 el supervisor único europeo. Pese a que el mecanismo arranca con requisitos que limitan su alcance, lo logrado se presenta como todo un éxito en uno de los pilares de la unión bancaria. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se mostró "muy satisfecho" porque, a su juicio, "da certidumbres" sobre el sector financiero. "Estoy muy contento porque demuestra que hay una voluntad política de que el euro sea irreversible, que es lo que siempre ha querido y pretendido España. Es de sentido común y todos estamos de acuerdo en ello", dijo Rajoy a la prensa a su llegada a la reunión de líderes del Partido Popular Europeo (PPE) que precedió al Consejo europeo. El hecho de que para España la mayoría de las entidades vayan a ser controladas por el BCE fue calificado por Rajoy de "muy bueno" porque da "mucha seguridad a las entidades financieras, a los que invierten en entidades financieras y, sobre todo, a los depositantes y a los clientes de esas entidades". Madrid no ha conseguido avances es sobre la recapitalización directa de la banca, que no alcanzará al rescate de 39.000 millones de euros recibidos por España desde el fondo de rescate, pues Alemania se ha opuesto rotundamente a ningún efecto retroactivo. Ayer, el ministro alemán, Wolfgang Schauble, no dejó espacio a la esperanza y recalcó que no deben levantarse "falsas esperanzas" en esta materia. Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, aplaudió durante una intervención ante el Bundestag, el acuerdo, pues en su opinión marca una "clara separación" entre las funciones del Banco Central Europeo (BCE) como autoridad en materia de política monetaria y, a partir de 2014, como supervisor bancario. "No se puede subestimar la importancia de este acuerdo. Hemos logrado asegurar las demandas fundamentales de Alemania", afirmó Merkel. Pese a que no ha conseguido casi ninguna de sus solicitudes, el presidente francés, François Hollande, también se subió al carro del acuerdo "histórico" y dijo que era un "paso decisivo" para la estabilización de la zona euro. "Hemos establecido mecanismos para que nada sea como antes (…) y no se produzcan nuevas crisis financieras como antes", planteó. El presidente francés recalcó que esta medida supone además un "paso decisivo para la estabilización definitiva de la zona euro y de la confianza, condición para la vuelta al crecimiento". Quien no pareció muy satisfecho fue el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, porque aunque saludó lo conseguido pidió a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE que no rebajen la ambición de la hoja de ruta para corregir los problemas de la eurozona ya que de lo contrario volverá el ataque de los mercados. "Estoy preocupado. El hecho de que la situación en los mercados financieros sea ahora mejor que antes no debería verse por parte de los Gobiernos como una oportunidad de dejar las cosas para más tarde", indicó.