Niega en el Congreso cualquier tipo de maquillaje contable en Caja MadridA la hora de comer y con escaso número de diputados compareció ayer el expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, en el Congreso para explicar su gestión al frente de la entidad -hoy grupo Bankia-. En todo momento, echó balones fuera sobre su responsabilidad y la situación en la que dejó su cargo en enero de 2010. Es más, presumió de las decisiones adoptadas bajo su mandato, de catorce años. Blesa no admitió ningún tipo de error. Ni siquiera la elevada exposición crediticia al sector inmobiliario en la época del boom, general en todo el sistema, a pesar de las advertencias que realizó el Banco de España en 2006. El exbanquero sostuvo que los riesgos crediticios hay que entenderlos en el "entorno" económico, con el precio del dinero barato y una creciente demanda. "Algunas operaciones salieron bien y otras peor", manifestó en referencia al incremento de la morosidad y necesidad de provisiones. Es más, apuntó hacia los empleados (red comercial) como responsables, ya que, a su juicio, eran los que proponían la autorización para la concesión de préstamos. En su argumentación para excluir cualquier tipo de culpa, indicó que el negocio crediticio es como la agricultura, "a medio o largo plazo" y es "difícil prever una inundación". En este sentido, consideró que las entidades "pudimos parar el tsunami financiero" y que "lo fácil es predecir el pasado". Blesa realizó una primera comparecencia en la que se limitó a detallar algunos datos, como el crecimiento de Caja Madrid bajo su mandato y aseguró que en 2009 era "una de las entidades más eficientes del país". Desmintió algunas de las cifras aportadas por algunos parlamentarios. La socialista Cristina Narbona puso en entredicho la labor del expresidente al sostener que la rentabilidad había caído bajo en sus catorce años al frente del grupo e hizo referencia a las declaraciones de Rodrigo Rato, en las que apuntaba a un agujero de 7.000 millones en la caja madrileña. Apunta hacia Rato y su equipo El exbanquero negó maquillajes contables y defendió que todas las cuentas estaban auditadas. Sobre las decisiones adoptadas a partir de su marcha, como la creación de Bankia (fruto de la fusión de Caja Madrid con Bancaja y otras cinco entidades de menor tamaño) apuntó hacia Rato y su equipo. Bankia cuenta con un déficit de capital de casi 25.000 millones y los tenedores de preferentes y subordinadas tendrán que asumir pérdidas. Las preferentes fueron vendidas en 2009 cuando Blesa estaba en la caja a través de la red de sucursales a particulares por un importe de 3.000 millones. El exbanquero remarcó que él no ha causado el daño a los clientes y destacó que la emisión estaba autorizada tanto por el Banco de España como por la CNMV. Eso sí, opinó que dados los resultados de estos productos habría que evitar en un futuro venderlos a los particulares por su elevado riesgo. Sobre las inversiones en el exterior, como una mansión en Miami, Blesa restó importancia y defendió su coste. Aseguró que no se trata de una mansión, sino de "una casa" que sirve para atraer clientes y como vivienda para el responsable de la oficina en Florida. Además, dijo a título personal que él sólo ha comido una vez y cenado dos veces".