El potencial tecnológico que Aton ha identificado en Instituto Holográfico Andaluz (IHA) le ha llevado a pergeñar un plan de negocio para esta empresa, en la que pretende tomar un porcentaje de participación mayoritario, que prevé ingresos de más de 300 millones de euros anuales. IHA produce un filtro de unos milímetros de grosor que se coloca sobre la superficie de un panel fotovoltaico tradicional a modo de holograma. Este filtro, previamente tallado con tecnología láser, permite dirigir la luz al punto que interese. De ahí que la eficiencia medida en paneles que utilizan esta tecnología alcance el 26 por ciento, mientras que los convencionales apenas llegan al 20. La antigua Terrasun tenía un compromiso con el fabricante malagueño Isofotón por el que este le garantizaba ingresos de 150 millones por la compra de este tipo de filtros para los paneles que produce en Málaga. Pero la nueva dirección de Isofotón llegada en 2009 no se ha mostrado interesada, lo que ha llevado a la nueva IHA a iniciar la comercialización de esta tecnología entre otros productores de módulos, como Siliken o Martifer. Pero las posibilidades de este tipo de hologramas van más allá, e IHA ya ha creado con carácter aún experimental un espejo plano para centrales termosolares cilindro-parabólicas -no curvo, como los que se utilizan hasta ahora- que es capaz de dirigir toda la radiación solar hacia un solo punto. Este avance puede abaratar dramáticamente la tecnología termosolar. Genesis Solar, accionista de IHA, está a su vez controlado por NextEra, que promueve centrales termosolares en California, de ahí el interés por desarrollar industrialmente esta tecnología.