sant aniol de finestres (girona). Pocos creerían que al final de una carretera de curvas, ante un paraje extremadamente verde y con el subsuelo candente todavía de lava petrificada, pueda nacer un manantial de agua. No se trata de ninguna isla remota en el Pacífico Sur. Es Sant Aniol de Finestres, una modesta aldea de no más de dos mil habitantes, situada en la comarca de La Garrotxa, a pocos kilómetros de la ciudad de Girona, la capital de la provincia más rica de España. La comarca de la Garrotxa, al nordeste de Cataluña, se subdivide en dos áreas bien diferenciadas: la Alta Garrotxa, caracterizada por un paisaje seco y abrupto, de valles estrechos y profundos y montañas elevadas en forma de acantilados naturales, que sorprenden por su soledad y grandiosidad espacial, al alcance de la vista desde el parque natural. Aquí, se encuentra uno de los manantiales más antiguos de Cataluña, situado en un espectacular paraje de 600 hectáreas. Y para explotarlo está desde 1993 la empresa Aigua de Sant Aniol, que extrae 600 millones de litros de agua de manantial respetando en todo momento la composición química pura del agua. La compañía está controlada al cien por cien por la familia Bassols, hijos de José Bassols, un conocido empresario de la zona que se especializó en el negocio eléctrico en la provincia de Girona, por lo que la experiencia en la gestión de la electricidad ha acabado por atraer a la familia en el negocio del agua de manantial embotellada. Aigua de Sant Aniol no sólo comercializa en Girona, sino que en trece años ha conseguido "enamorar" a los catadores de agua para vender desde hace cinco años en Japón. "Los restaurantes japoneses preparan la tempura con nuestra agua y en 2006 ya estamos presentes en los restaurantes de Estados Unidos, Francia, Alemania, Holanda y Andorra", comenta Josep Sans, director gerente. La única planta de la compañía, enclavada en el valle volcánico de La Garrotxa sobre el propio manantial donde el agua circula a 60 metros de profundidad, dispone de 2.500 metros cuadrados de instalaciones. Trabajan 22 personas que componen su equipo humano para poner a disposición de sus clientes un producto completamente puro y sin tratar altamente recomendado por sus propiedades mineralógicas. Aigua de Sant Aniol comercializa sus productos en prácticamente todo el arco mediterráneo español, además de las Islas Canarias también puede encontrarse en los restaurantes de las Islas Baleares. Etiquetado en catalánLa empresa etiqueta sus botellas de fibra de plástico (PET) y vidrio íntegramente en catalán en Cataluña, Estados Unidos, Europa y una leyenda en japonés en el país nipón. Sin embargo, cuando se inicie el desembarco en supermercados, hostelería y restaurantes en Madrid y la zona norte y occidental de España, las botellas se etiquetarán en castellano. "No tenemos ningún problema con el idioma, queremos conservar nuestra esencia catalana en el exterior y comprendemos que a la hora de vender botellas de agua en el resto de España lo hagamos en castellano sin ningún problema", afirma Sans.En conjunto, la actividad exterior de Aigua de Sant Aniol supone el 20% de su facturación, que este año superará el 10% para alcanzar los 3,5 millones de euros. El plan de negocio de la compañía prevé alcanzar los cinco millones en 2008. Actualmente, la gama de productos de la empresa se compone de agua mineral natural, agua con gas suave (para combinar con bebidas alcohólicas, como el whisky) y agua con gas, que se presentan en diversos formatos y envases. El más reciente lanzamiento de la compañía son las fuentes de agua fría y caliente que, bajo el nombre de "Volcà d'Aigua", se ofrecen a empresas e instituciones que buscan la calidad en el agua mineral.El éxito de la empresa en el mercado ha llevado a sus gestores a incrementar su producción (14 millones de litros anuales) y a continuar la ampliación de sus instalaciones con una línea de soplado de botellas para la producción de sus propios envases, de manera que todos los procesos de embotellado están supervisados directamente por los técnicos de la empresa. El agua de Sant Aniol es mineral natural. El proceso de envasado, totalmente aséptico y automatizado, permite que el agua pase -tras un proceso de microfiltración- directamente del manantial a la botella. "Emerge a la superficie desde una profundidad de 60 metros, después de filtrarse lentamente a lo largo del tiempo y dotarse de una pureza inigualable", asegura Sans mientras señala el pozo de donde se eleva el agua natural del fondo de la tierra. Su débil mineralización y sus efectos beneficiosos para el organismo la recomiendan para prevenir afecciones coronarias. Su bajo contenido en sodio la convierte en idónea para aquellas personas con tendencia a la hipertensión y su aporte de calcio resulta fundamental a cualquier edad. Según los análisis de la empresa, este agua favorece la digestión, estimula la diuresis, ayuda a la eliminación del ácido úrico, el colesterol y evita la formación de cálculos en las vías urinarias.