Sánchez-Lozano amenaza con recortes más duros si no se llega a un acuerdo con los sindicatosLos trabajadores de Iberia que se libren del ERE que afectará a 4.500 empleados no tendrán mucho tiempo para celebrarlo, ya que deberán enfrentarse a recortes de sueldo que oscilan entre el 25 y el 35 por ciento de su salario a través de un proceso que ajustará diferentes variables, como extras o antigüedad. El consejero delegado de la aerolínea, Rafael Sánchez-Lozano se mostraba ayer tajante ante una falta de rentabilidad que supone para la aerolínea unas pérdidas diarias de 1,7 millones de euros. "No podemos hacer otra cosa que ajustarnos el cinturón", señalaba. Por colectivos, los más afectados de este expediente que afecta aproximadamente a una cuarta parte de la plantilla son los trabajadores de tierra (3.037 empleados), entre los que se incluye el personal de mantenimiento y el de handling (servicios en tierra). En ambos casos, Iberia tiene planeado dejar de operar en todos los negocios en los que se pierda dinero. Por su parte, los tripulantes de cabina (las azafatas) protagonizarán un recorte de 932 profesionales y los pilotos -como ya publicó elEconomista- verán cercenada su fuerza laboral en 537 comandantes y segundos. En función de las necesidades Los despidos se harán en función de las necesidades de la aerolínea, excepto en el caso de lo pilotos, ya que su convenio colectivo recoge que si se producen expedientes de regulación de empleo saldrán de la compañía los que menos antigüedad tengan en el escalafón. Ello supone que la mayoría de los 537 despidos en este colectivo afectarían a los copilotos, lo que podría originar una falta de personal. Preguntado por esta cuestión, Rafael Sánchez-Lozano fue claro y conciso: "Algunos comandantes tendrán que regresar al puesto de copiloto" en los casos en los que sea necesario. El consejero delegado también advirtió que si los sindicatos no firman un acuerdo aprobando estas condiciones, los recortes serán mucho más duros. La fecha límite para un entendimiento con los agentes sociales se ha fijado en el próximo 31 de enero de 2013. La intención es financiar el recorte con recursos propios de Iberia con el objetivo de finalizar el plan de saneamiento el próximo 31 de julio. El ajuste laboral de la aerolínea española forma parte del programa anunciado por IAG para mejorar los resultados en 600 millones de euros para 2015. No parece que vaya a ser fácil este entendimiento, ya que los principales colectivos que representan los intereses de los trabajadores en Iberia (Sepla, para los pilotos, y UGT y CCOO, para el resto del personal) emitieron un comunicado conjunto en el que rechazaban el plan. Los sindicatos no entienden como la compañía lanza este ajuste laboral y lo justifica por las pérdidas de Iberia y su preocupante situación económica y, al mismo tiempo, toman medidas que suponen inversiones millonarias, como tomar el control de Vueling a través de una opa o poner en marcha Iberia Express. El comunicado asegura que el ERE "es otro paso encaminado al desmantelamiento de Iberia". El fantasma de la huelga Aunque no hacen mención en el escrito, fuentes conocedoras del proceso aseguran que los sindicatos no descartan convocar nuevas huelgas para protestar por la política laboral aplicada por la dirección de la compañía aérea. Las reacciones tampoco se hicieron esperar en el Gobierno. La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha valorado el plan de viabilidad pidiendo a Iberia "sensibilidad y flexibilidad" a la hora de aplicar la reforma laboral "para evitar despidos". Por su parte, José Manuel Soria, Ministro de Industria, Energía y Turismo, declaró que desea que "Iberia siga siendo una compañía de bandera importante en toda España, que siga teniendo conectividad dentro de España, y de España con el resto del mundo". Los mercados valoraron positivamente el anuncio del plan de saneamiento de Iberia y las acciones de IAG subieron en la sesión de ayer un 1,32 por ciento, hasta 2,11 euros por título. Por su parte, los títulos de Vueling registraron una pequeña pérdida del 0,29 y la acción se quedó en 6,83 euros, por debajo de los 7 euros que ofrece IAG en la opa.