Propondrá a sus tenedores un canje en 2013 con bonos a 10 años y accionesRepsol quiere dar un cariño a sus accionistas tras la pérdida de valor de los últimos años por el varapalo de Argentina. La compañía que preside Antonio Brufau tiene muy buenas previsiones sobre el resultado que tendrá de la venta de activos de gas natural licuado y prevé amortizar su autocartera del 5 por ciento para dedicarlo al dividendo (scrip dividend) y al canje de preferentes con el que busca dar liquidez a los titulares de las mismas. El director general de la petrolera, Miguel Martínez, explicó en una presentación ante analistas que los directivos del grupo llevarán al consejo una propuesta para realizar un canje de las preferentes de la petrolera que asciende a 3.000 millones, pero sin diluir a los accionistas. La propuesta que se planteará es una opción mixta, ya que ofrecerá la posibilidad de canjear estos títulos por bonos a diez años y con parte de su autocartera, que aún es del 5 por ciento tras la compra de la mitad de la participación de Sacyr. La petrolera modifica así el escenario planteado el pasado mes de mayo, cuando anunció un canje de preferentes por bonos convertibles en acciones, lo que provocaría una fuerte dilución, pero con la que a su vez lograría reforzar sus recursos propios. Ahora, la compañía ya no requiere de estos fondos adicionales para esquivar a las agencias de rating y en función del resultado de la desinversión en marcha compensará en mayor o menor medida a sus accionistas. Lo que sí dejó claro Martínez es que la conversión se hará por el cien por cien del valor nominal de las preferentes, a pesar de la caída de la cotización. La petrolera debe decidir ahora qué porcentaje canjeará por bonos y cuál por autocartera. Martínez no quiso anunciar ningún detalle sobre el dividendo, a la espera de que en el consejo de este mes se decida la cuantía. No obstante, la petrolera utilizará su autocartera para hacer frente al dividendo a través del mecanismo scrip dividend, con lo que conseguirá dos objetivos. Por un lado, garantizará una rentabilidad razonable, pero por otro no diluirá tanto a los accionistas con la ampliación de capital derivada de esta retribución, porque utilizará sus títulos para abonar a los accionistas. Martínez cifró en 1.400 millones de euros el valor de este 5 por ciento de autocartera. El director financiero rehusó dar mayores detalles sobre la venta de activos de GNL, pero estimó que la operación se cerrará en enero. Gana un 5,5 por ciento menos En cuanto a la evolución del negocio, Repsol superó las previsiones de los analistas, al anunciar que había duplicado su beneficio neto recurrente ajustado, hasta los 458 millones en los nueve primeros meses, como consecuencia de la recuperación total de Libia y una mejora de los márgenes. Aún con todo, la petrolera ha notado el efecto de YPF y su beneficio neto cayó un 5,5 por ciento, hasta los 1.796 millones de euros por el cambio de valor de los inventarios. No obstante, si no se tiene en cuenta YPF, el resultado habría registrado una mejoría de 4 por ciento. Cabe destacar esta favorable evolución cuando justo el día anterior YPF anunció una caída del 50 por ciento del beneficio bajo la gestión del Gobierno argentino. La deuda se redujo en los nueve primeros meses del año en casi 1.900 millones, hasta 4.918 millones, gracias a la desconsolidación de YPF, mientras que la liquidez ronda los 8.500 millones y le permite responder a las exigencias de financiación. La petrolera ha intensificado sus inversiones en upstream, con un incremento del 42 por ciento. La producción, de 327.489 barriles equivalentes al día, mejoró por Libia, pero también por la puesta en producción de campo Margarita, en Bolivia, y a la mayor actividad que se está desarrollando en EEUU. Repsol además ejecutó ayer las acciones de YPF a Petersen.