El fabricante actualiza el sistema operativo para sus 'smartphones'Microsoft dio ayer el pistoletazo de salida a su Windows Phone 8, el sistema operativo para móviles que llegará al mercado antes de finales de año y con el que el mayor fabricante de software del mundo pretende disputar el mercado a los dos gigantes del negocio: Apple, con su iOS, y Google, con Android. El reto es mayúsculo, puesto que puede tratarse de la última oportunidad de Microsoft para convertirse realmente en la alternativa al duopolio imperante. La compañía estadounidense se resiste a pensar que el mercado de software para smartphones sea cosa de dos jugadores, y por eso ha decidido poner todos los recursos a su alcance para abrirse un hueco relevante junto a las plataformas de Cupertino y Mountain View. Los primeros terminales con Windows Phone 8 tomarán forma inicialmente a través de Nokia, con sus Lumia 820 y Lumia 920, y HTC con Phone 8X y Phone 8S. A continuación se incorporarán otros fabricantes, como Samsung, LG y Huawei, entre otros. Entre las grandes aportaciones de Windows Phone 8 sobresale su capacidad para interactuar entre el PC, la tableta y el móvil, todos ellos "poniéndose al servicio de los usuarios, para que los contenidos estén accesibles desde cualquier equipo Windows", según señala Brice Crabbe, director de Movilidad de Microsoft Ibérica. El objetivo inmediato de la compañía que dirige Steve Ballmer consiste en acortar distancia con los líderes, lo que obliga a la división de movilidad de Microsoft a crecer muy rápido en muy poco tiempo y así disparar su actual cuota del 7 por ciento. Por su parte, Apple y Google se reparten entre el 87 y 83 por ciento del sector, ya sea en Estados Unidos o en Europa. Los analistas estiman que en el mercado de plataformas para móviles no hay sitio para un tercer competidor que no disponga más del 10 por ciento de la tarta global, y en ese pulso no se puede descartar a BlackBerry.