Por las incertidumbres del entorno económico y regulatoriasLa compañía papelera Iberpapel, cuya principal factoría es Papelera de Zicuñaga en Hernani (Gipuzkoa), cerró el tercer trimestre del año con un beneficio neto de 15,77 millones, lo que arroja un descenso de un 15,4 por ciento respecto del mismo periodo del año anterior. Esta merma de la rentabilidad se debe a que la crisis económica está castigando al sector del papel, ya que cae la demanda y los precios de venta, mientras que suben los precios de una de sus principales materias primas, la celulosa, que los productores no pueden trasladar al mercado. Los precios actuales de venta se sitúan en niveles de 2008. En esta coyuntura económica, a la que se une una serie de incertidumbres regulatorias, la compañía ha estimado aconsejable "posponer nuevas inversiones" tanto en su actividad papelera como energética. De forma paralela se plantea reforzar su presencia internacional. En el sector de energía Iberpapel opera con dos sistemas de cogeneración, uno de biomasa relacionada con su proceso productivo y otro de gas, a partir de las dos unidades generadoras con que cuenta su planta de Hernani. Esta producción energética le sirve para autoabastecer su producción, pero también para vender energía al sistema, lo que hasta el mes de septiembre le ha proporcionado unos ingresos de 37,41 millones, sobre un total de volumen de negocio de 164,96 millones. Otra partida de ingresos extraordinarios, que se cifra en 4,8 millones, ha llegado debido a la venta de una finca forestal en Uruguay, dentro del proceso de reordenación forestal que está realizando Iberpapel. Los activos forestales que Iberpapel tiene por la cornisa cantábrica -además de en Urugay y Argentina-, permiten a esta compañía no estar tan sometida a los vaivenes del mercado de la celulosa, ya que se autoabastece y así produce su celulosa industrial y el papel terminado para el consumidor final.