La agencia de calificación Fitch ha advertido de que el banco malo español "tendrá difícil evitar muchos de los problemas que experimentan los grandes bancos malos por las debilidades de la economía española". Para la agencia, la mayor dificultad "surge del entorno económico volátil e incierto". En un informe sobre la experiencia de otros bancos malos, Fitch asegura que la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria), tendrá dificultades para dar salida a sus activos después de sus dos primeros años de actividad. Argumenta que los primeros en salir del balance del Sareb serán los de menor riesgo y con mayores oportunidades de mercado. Pero la desinversión del resto de activos, a más largo plazo, será un reto en un mercado donde tendrá la competencia de otros bancos malos europeos y de Estados Unidos. En opinión de Fitch, la demanda procederá en mayor medida de los fondos más especulativos, como hedge funds, fondos de capital privado y aseguradoras "pero sólo al precio adecuado y con un descuento significativo". El vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, defendió ayer fuertes descuentos en el precio de transferencia de los activos inmobiliarios al Sareb. Según explicó el también comisario de Competencia, sólo así se podrá conseguir el doble objetivo de que la banca no necesite en el futuro más ayudas públicas y de que las ventas de los activos sean "a precios de mercado" y sin pérdidas para la Sareb. Almunia ha explicado que los beneficios del banco malo depende de los descuentos, y que, por tanto, "cuanto menor sea el precio, mayor es la probabilidad de vender activos con beneficios". Bruselas siempre ha abogado por unos fuertes descuentos de transferencia, mientras los bancos más saneados defienden rebajas moderadas para evitar el efecto contagio en sus propios balances. En clave europea, Almunia ha sostenido que los desafíos de la zona comunitaria son complejos y que no requieren, por tanto, soluciones simples ni simplistas.