Accesos de Madrid disponía de tres meses más para negociar con los bancosEra la crónica de un concurso anunciado. Uno de acreedores. La compañía que explota las autopistas de peaje R-3 y R-4 en la capital, Accesos de Madrid, dio ayer el dramático paso ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo para renegociar con los bancos toda su deuda. Más de 660 millones de euros que han ahogado a la empresa en un mar de impotencia. Si a principios de septiembre solicitaba el preconcurso para ganar tiempo y tener cuatro meses más durante los que enderezar su relación con los acreedores, ayer tiró definitivamente la toalla. Las entidades financieras "no han querido o no han podido" abordar dicha negociación, recoge Efe. Accesos de Madrid sigue así la senda de la R-4 Madrid-Ocaña, participada por Sacyr y Ferrovial, que no pudieron afrontar el pago de una deuda de 575 millones de euros a finales de septiembre. Y la de la autopista entre Madrid-Toledo AP-41, en suspensión de pagos desde marzo. Esta última con accionistas como Isolux, Comsa, Sando y Azvi, además de Banco Espírito Santo, arrastraba obligaciones por valor de 530 millones de euros, de los que 380 millones eran deuda bancaria y 150 millones correspondían a expropiaciones por pagar. En este caso, la empresa que dirige José Antonio López Casa está participada por Abertis, con un 35 por ciento del capital, Sacyr (25 por ciento), ACS (20 por ciento) y una sociedad de participaciones de la antigua Caja Madrid, que tiene bajo su control otro 20 por ciento. Sumadas todas las deudas de estas carreteras en la Comunidad de Madrid, el agujero es de 2.171 millones de euros mientras que la inversión realizada para la construcción y puesta en marcha de las mismas fue de 3.338 millones de euros. Caída de tráfico Detrás de estos concursos de acreedores se encuentra en poco tráfico que han registrado estas carreteras, muy por debajo de las estimaciones que se realizaron en el momento de aprobar los proyectos. La R-3 contabilizó una media diaria de unos 10.383 vehículos en el primer trimestre del año, un 15,3 por ciento menos que un año antes, según los últimos datos disponibles del Ministerio de Fomento. Por su parte, el tráfico de la R-5 cayó un 16,2 por ciento, hasta unos de 7.514 usuarios diarios. La R-3 Madrid-Arganda y la R-5 Madrid-Navalcarnero, ambas en explotación desde 2004, son dos de las vías que más han acusado la caída de usuarios en las vías de pago desde el inicio de la crisis.