El acuerdo de coinversión obliga al resto de los operadores a tomar posicionesAyer se abrió el melón. Telefónica y Jazztel anunciaron un acuerdo de coinversión en fibra óptica que elimina buena parte de la incertidumbre que bloqueaba el futuro de las redes ultrarrápidas de telecomunicaciones fijas. Los españoles pueden estar seguros de que, al menos, tres millones de residencias o domicilios disfrutarán de conexiones de acceso a Internet con velocidades superiores a los 100 megas por segundo en el primer semestre de 2015. De todas esas líneas, cerca de 1,5 millones ya llevan el sello de Telefónica, a los se sumarán otras tantas con la enseña de Jazztel durante los próximos meses. Lo mejor del pacto entre Telefónica y Jazztel es que contempla la incorporación de terceros operadores dispuestos a invertir. Hasta el momento, sólo Telefónica se había animado a desplegar sus nuevas infraestructuras de alta capacidad, con inversiones superiores a los 556 millones de euros entre 2011 y 2012. El resto de las compañías miraba hacia otra parte -ya sea al prójimo o al regulador-, en espera de que alguien resolviera su incierto futuro. Orange se limitó el pasado verano a anunciar unas inversiones en fibra óptica de 300 millones de euros durante los cuatro próximos años, pero todavía sin haberse puesto manos a la obra. Vodafone reconoce su vocación inversora, aunque no está dispuesto a hacerlo a cualquier precio y en un mercado desequilibrado por el operador dominante. Por su parte, Jazztel permanecía agazapado, detrás de sus conexiones híbridas de cobre y fibra (VDSL), en espera de aprovechar la oportunidad que ayer se puso de manifiesto. Según se desprende de la información compartida por Telefónica y Jazztel, ambos operadores "podrán así hacer un uso recíproco de las infraestructuras verticales de fibra en los edificios que ya dispongan de ellas, e invertirán conjuntamente en los nuevos despliegues que tengan lugar a partir de la firma del acuerdo. Todo ello sin alterar la plena libertad y autonomía comercial de ambas operadoras para formular sus ofertas en el mercado". Las mismas fuentes precisan que el acuerdo "habilita un modelo colaborativo de despliegue y uso compartido de las infraestructuras de telecomunicaciones que, además de dar cumplimiento a la normativa regulatoria en vigor establecida por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), anticipa las condiciones sobre equivalencia de acceso que estudia la Comisión Europea y garantiza el incremento de la competencia de servicios basados en redes de Nueva Generación". Mayores sinergias El paso al frente de Telefónica y Jazztel también permite "racionalizar las inversiones y maximizar las sinergias, con lo que facilita la paulatina migración de clientes de la red de cobre tradicional a la nueva red de fibra que presta servicios de banda ancha ultrarrápida, en línea con el necesario impulso a la Sociedad de la Información en España y con el cumplimiento de los compromisos contenidos en la Agenda Digital europea", añaden las dos compañías, según se desprende del comunicado conjunto.