CCOO y UGT acusan a la compañía de violar los acuerdos entre dirección y sindicatosMADRID. El anuncio del cierre de la planta que General Motors tiene en Portugal hecho oficial el martes fue el primer fogonazo en un complicado proceso de negociación para trasladar la producción y clausuara las instalaciones.El bando social respondió ayer con otro cañonazo, cuya mecha fue encendida por el presidente del Comité de Trabajadores en Portugal, Luis Figueiredo: si General Motors no cumple sus compromisos con los empleados de su planta lusa de Azambuja, los sindicatos prepararán huelgas en Europa, según sus declaraciones a Efe.Se da la circunstancia de que la fecha del anuncio de cierre coincide con los periodos vacacionales de la mayor parte de las fábricas de la compañía en Europa, por lo que el Comité Europeo de Trabajadores se reunirá después de estas fechas para acordar las medidas que se llevarán a cabo. Comisiones Obreras y UGT acusaron a la compañía de violar los acuerdos que dirección y sindicatos habían alcanzado el pasado día 3 de julio, en los que se habló de buscar salidas negociadas para los trabajadores de las instalaciones lusas. Gracias a este pacto, la multinacional continuó operaciones con normalidad una vez que sus trabajadores (de todas las plantas en Europa) desconvocaron paros que ya estaban programados.Estas críticas se basan en que los trabajadores lusos no tienen en estos actualmente ninguna propuesta para cuando cierre la fábrica, tal y como confirmó ayer Figueiredo, y esperan que tanto la empresa como el Gobierno den respuesta a los "compromisos sociales" y no dejen a los empleados con el paro.