Pasará los adjudicados y los créditos morosos al promotor: unos 14.000 millonesEl nuevo plan del Popular exige aplicar unas provisiones sobre los activos inmobiliarias hasta los niveles requeridos por Oliver Wyman en el escenario adverso. Eso supone elevar las provisiones de suelo hasta el 80 por ciento, hasta el 65 por cierno en los inmuebles en construcción y un 40 por ciento en los acabados. Tal como explicó ayer el director financiero del Grupo Popular, la elevación de las provisiones permitirá a la entidad acelerar las ventas de inmuebles. El precio será inferior, pero no se incurrirá en pérdidas adicionales si el precio no es inferior al nivel de provisión. Para acelerar estas operaciones, el Popular anunció ayer que creará un banco malo interno. No se trata de constituir una nueva sociedad dentro de la estructura del grupo, sino de aplicar a todos los activos seleccionados, que no son estratégicos, una gestión mucho más activa, desviando recursos a esta labor. La idea tiene antecedentes en otras entidades financieras, y dentro del grupo, en los bancos malos constituidos en Portugal y Florida y que, según asegura González-Robatto, han tenido un rotundo éxito. El tiempo necesario para constituirlo será de unos seis meses, según los cálculos del directivo, que recuerda que en Portugal, donde tienen sucursales dedicadas exclusivamente a la gestión y venta de inmuebles, llevó 4 meses y medio. Esto no significa, según matizó, que la gestión no se vuelva activa antes. Respecto a los activos que caerán dentro de la órbita del banco malo interno, González-Robatto explicó que serán prácticamente todos los inmuebles y suelo en poder del banco. Además, dentro de la categoría de activos no estratégicos también entrarán los créditos a promotores que estén en situación de morosidad. Esto supone el traspaso de unos 14.000 millones en activos, según su valor actual en libros, ya que a los 9.000 millones en adjudicados hay que sumar cerca de una cuarta parte de los 21.400 millones que tiene en crédito promotor, que son los que se encuentran en situación de mora. Respecto a la posibilidad de acudir al banco malo que pondrá en marcha el Frob, el directivo rechazó de plano la posibilidad de que el Popular traspase activos. El banco malo del sector, que aún se encuentra perfilándose, podría establecer el precio del mercado para la adquisición de los activos tóxicos de las entidades, lo que les podría ocasionar pérdidas adicionales, en función del grado de provisiones realizadas. Este instrumento se convierte en obligatorio para las entidades nacionalizadas, mientras que acudir a él es voluntario para el resto de entidades, por lo que el Popular no está obligado a aparcar sus inmuebles allí. Según los cálculos del Popular, en 2013 las provisiones sobre inmuebles y resto de créditos supondrá el 15,5 por ciento del total del riesgo crediticio de la entidad en España, unos 15.900 millones.