La propuesta de Bruselas tendrá un impacto mayor sobre el beneficio de operadores de países turísticos como Españabruselas. Viviane Reding, comisaria europea de Sociedad de la Información, ha dado marcha atrás en su proyecto para que usar el teléfono móvil en el extranjero deje de sufrir recargos. Pero la presión de las telecos europeas y las rebajas voluntarias anunciadas en las últimas semanas no han logrado enterrar completamente sus planes.La Comisión Europea propuso ayer un reglamento para reducir, que no anular, los suplementos que las operadoras cargan a quien llama o recibe una llamada con un móvil cuando está en otro país de la UE. La propuesta tendrá que ser renegociada y enmendada por los Gobiernos de los Veinticinco y el Parlamento Europeo antes de ser aprobada, como pronto, en 2007.Los operadores más afectados por la intervención en los precios serán los que, como los españoles (Movistar, Vodafone y Amena), se benefician de que los numerosos turistas que acuden a su país se conectan con sus móviles a sus redes y se ven obligados a pagar por ello. La española Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ha solicitado a Bruselas que tenga en cuenta las inversiones de los operadores españoles para atender a millones de turistas, y les permita cobrar más.Bruselas considera que las tarifas por utilizar el móvil en el extranjero son "excesivas" e "injustificadas". Según sus cálculos, llamar desde un móvil en el extranjero es para el usuario cinco veces más caro que el coste que la llamada supone para el operador; cuatro veces más caro que una llamada internacional; y la tarifa por recibir una llamada en el extranjero es entre cuatro y seis veces más alta que el coste para la compañía de telecomunicación.Bruselas propone que la tarifa no supere en más de un 30 por ciento el coste en el que incurren los operadores. Y asegura que de esta manera los precios se reducirían en un 70 por ciento. La Comisión asegura que los precios excesivos afectan a 37 millones de turistas, y a 110 millones de móviles de empresa."El mercado y la competencia no han bastado y los operadores han avanzado poco y tarde en la reducción de precios", aseguró ayer el portugués José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea. "No tenemos más remedio que intervenir", se defendió ante las críticas de las empresas.Si el reglamento es adoptado por la UE sin grandes cambios, primero intervendrá en el mercado mayorista (los recargos que los operadores se aplican entre sí), y seis meses después en el minorista.