La consultora no aclara a las entidades el tratamiento de los beneficios fiscales y del precio de los inmuebles en el capitalLas entidades financieras se han topado con algunas sorpresas en la reunión mantenida con Oliver Wyman, previa a que revele si necesitan o no recibir ayudas públicas el próximo viernes, día 28. Les citó la pasada semana, una a una, en la sede del Banco de España para compartir con ellas el estudio efectuado sobre sus balances, que ahora analizan los representantes de la troika. Oliver Wyman ha estresado los balances, con los datos previamente recabados por las auditoras (KPMG, Ernst & Young, PwC y Deloitte), para comprobar su capacidad de resistencia ante un duro agravamiento de la crisis. Las entidades confíaban en conocer su diagnóstico, pero la firma no les facilitó la cifra final de capital tras someterlo al estrés, sino algunos de los datos utilizados para el cálculo. Y salieron con dudas ante la falta de definición de Oliver Wyman en determinados aspectos y criterios. Fuentes financieras señalan el desconcierto ante su restrictiva posición a la hora de aceptar el cómputo de ingresos y generación futura de beneficios estimado por las entidades. Al parecer, mostró reticencias a reconocer sin más las previsiones ante la falta de indicios de reactivación de la economía. Otros puntos sin clarificar es el tratamiento que dará a los créditos fiscales y el valor que se asigne a los inmuebles que se evacúen al banco malo. Un caso ilustrativo de lo mucho que puede alterar cómo se utilicen es Bankia. Solicitó 19.000 millones en ayudas, susceptibles de dispararse a 26.000 millones si le obligan a provisionar los activos fiscales, indican las fuentes consultadas. Si se fija una valoración para la vivienda, promociones, suelos... inferior al dinero ya provisionado, las entidades necesitarán dotar el desfase y podría elevar el déficit de capital. Se estima que la troika podría utilizar este ajuste y los créditos fiscales, entre otros resortes, para forzar mayores carencias de recursos propios y evitar así que el mercado desconfíe de la prueba de resistencia. Europa ha prestado 100.000 millones para recapitalizar la banca, aún cuando Oliver Wyman marcó las necesidades en 62.000 millones, Bank of América Merrill Lynch las limita a 52.000 millones y JP Morgan a 55.700 millones. La presión de la Troika Con los datos facilitados por la consultora, las entidades apenas pueden efectuar un cálculo aproximado del capital que les estima en horquillas muy abiertas. Tras el encuentro, los bancos y antiguas cajas han podido, no obstante, hacerle llegar a la consultora alegaciones. Le han aclarado importes, cogidos de forma incorrecta a juicio de la entidad, y determinados cálculos, que podría mejorar su posición de solvencia si Oliver Wyman acepta las revisiones planteadas. En el sector se apunta al Popular entre las entidades con alegaciones claves, en la creencia de que el Gobierno podría inyectarle ayudas preventivas temporales si el examen revela un déficit superior al 2 por ciento de sus activos ponderados por riesgo (APR). El banco no quiere ayudas ni aunque sean preventivas y a devolver antes de julio de 2013. Defiende que dispone de palancas más que suficientes para enfrentar cualquier desafío con los 7.100 millones de ingresos que prevé generar entre 2012 y 2014, la ampliación de capital de 700 millones prevista y los 2.300 millones en plusvalías realizables.