Dibaq, una de las empresas señeras de la provincia de Segovia, no ha escapado a la crisis y ha solicitado concurso voluntario de acreedores. La compañía dedicada a la elaboración de productos para alimentación animal necesita una inversión de 3.5 millones de euros para recapitalizarse y mantener los cerca de 200 trabajadores con que cuenta. El grupo pretende conseguir ese dinero a partes iguales de entidades financieras y de la Junta de Castilla y León, para lo que ha diseñado un plan de viabilidad que pasa por ejecutar un ajuste significativo de plantilla y un plan de austeridad con una revisión de costes y remuneraciones. Actualmente, Dibaq cuenta con 180 empleados en sus plantas de Segovia, 80 de los cuales se encuentran en un ERE suspensivo desde finales de abril, un mes en el que además cayeron de forma importante las exportaciones del grupo. Durante los últimos meses, los responsables de la compañía han realizado intensas negociaciones para buscar un socio inversor. Estas conversaciones estuvieron a punto de fructificar con un partner de Oriente Medio, aunque finalmente la operación no fructificó.