Con el apoyo de una hija logra un principio de acuerdo con Ángel de Cabo para que le devuelva las sociedades ¿Recuperará José María Ruiz-Mateos Nueva Rumasa? El fundador del holding de la abeja anunció ayer en un comunicado que ha alcanzado un "acuerdo verbal" con representantes legales de Ángel de Cabo, para que le devuelva las sociedades traspasadas hace un año. En el comunicado se asegura que en una reunión celebrada el pasado 13 de septiembre, el actual consejero delegado de Nueva Rumasa, Iván Losada, mano derecha de Ángel de Cabo, habría comunicado a una de las hijas del empresario, Begoña Ruiz-Mateos, y a su marido, Antonio Biondini, la devolución de las empresas. El empresario jerezano indica que Losada ha entregado ya un listado de las sociedades, "que está siendo analizado", y afirma que en los próximos días "se procederá a la tramitación del acuerdo definitivo para dar inicio a dicha devolución, que se procurará lo más ágil posible". "Se ratificará el contrato adjuntando un listado y las condiciones de las empresas que pasarán a ser propiedad única y exclusiva de Ruiz-Mateos", recoge la nota. Ruptura familiar El portavoz de Ángel de Cabo declinó hacer ayer ningún tipo de valoración aunque, según han confirmado fuentes jurídicas, uno de los grandes escollos que existen para materializar este acuerdo es que los hijos varones de Ruiz-Mateos, que son los que gestionaban las empresas, se oponen radicalmente a esta operación y se han enfrentado por ello a su padre. De hecho, Biondini les acusa directamente de la presunta estafa de los pagarés y está ultimando la presentación de una demanda contra ellos. De Cabo adquirió en total 75 firmas de Nueva Rumasa, a través de sociedades como Back in Business. Esta operación, que se anunció el 9 de septiembre de 2011, incluye firmas que son titulares de bodegas, hoteles y solares, entre otros activos. Se trata, no obstante, de un acuerdo que está siendo investigada por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz por si pudo constituir un fraude con la finalidad de sustraer activos en contra de los acreedores. La Fiscalía Anticorrupción considera, de hecho, que De Cabo es sólo un testaferro de Ruiz-Mateos y que, en realidad, no existió ningún contrato de compraventa, sino de salvaguarda de los bienes.