Con la instalación de 4 millones de turbinas se cubriría la mitad de todo lo consumidoCientíficos estadounidenses han llevado a cabo una investigación que determina que la energía eólica podría satisfacer gran parte de la demanda que el mundo exigiría en 2030, es decir, alrededor de 11,5 teravatios cada año. En su estudio, publicado en Pnas, los investigadores adaptaron el modelo informático Gator-Gcmom de tres dimensiones, atmósfera-océano-tierra, para calcular el potencial máximo teórico de energía eólica en el planeta. Entre los hallazgos más prometedores, los investigadores descubrieron que hay un gran potencial en el viento, cientos de teravatios. Sin embargo, "cada turbina reduce la cantidad de energía disponible para otras", indica el estudio. El potencial de saturación, señalan los expertos, superaría los 250 teravatios si pudiéramos colocar un ejército de aerogeneradores a través de toda la tierra y el agua del planeta. Estructura necesaria "No se está diciendo que haya que poner turbinas en todas partes, pero se ha demostrado que no hay una barrera fundamental para la obtención de la mitad, o incluso varias veces el total de energía global, a partir del viento, en 2030. El potencial está ahí, si se pueden construir turbinas suficientes", señalan los expertos. Sabiendo que existe la posibilidad, los expertos centraron su atención en cuántas turbinas serían necesarias para satisfacer la demanda media de energía del mundo, cerca de 5,75 teravatios. Para llegar hasta allí, exploraron diversos escenarios de lo que ellos llaman el potencial fijo de energía eólica -la potencia máxima que puede ser extraída por medio de un número determinado de turbinas eólicas-. El equipo de científicos ha demostrado que cuatro millones de turbinas de cinco megavatios funcionando a una altura de 100 metros podrían suministrar hasta 7,5 teravatios de energía (más de la mitad de la demanda energética mundial) sin afectar negativamente al clima. En términos de superficie, este trabajo situaría la mitad de los cuatro millones de turbinas en el agua, y el resto requeriría un poco más de la mitad del uno por ciento de la superficie terrestre. Además, prácticamente ninguna de estas zonas se utilizarían únicamente para la energía eólica, sino que podrían servir a un doble propósito como la creación de espacios abiertos, campos agrícolas, ranchos, o para la vida silvestre. En lugar de poner todas las turbinas en un solo lugar, los investigadores señalan que es mejor y más eficiente difundir parques eólicos en sitios de fuertes vientos en todo el mundo -como en el desierto de Gobi, las praderas americanas y el Sahara. Los expertos concluyen que "la ubicación cuidadosa de parques eólicos minimizaría los costos y los impactos generales de una infraestructura eólica mundial sobre el medio".