Exige mayor capacidad para endurecer la ley y aumentar el importe económico de las multasLa ministra se reunió en agosto con la aviación civil irlandesa para tratar la delidacada situaciónFomento se encuentra atado de pies y manos ante la soberbia de Ryanair. Las lagunas legales existentes y el batiburrillo de legislaciones (internacional, europea y nacional) impiden que la Agencia Española de Seguridad Aérea (Aesa) imponga sanciones ejemplares -y sobre todo, rápidas y eficientes-a la aerolínea dirigida por Michael O'Leary por cada infracción que cometa. Para romper este bucle, la ministra de Fomento anunció ayer que va a poner en marcha cambios urgentes en la normativa de seguridad aérea española con el objetivo de endurecer las sanciones económicas y modificar su tipificación. Durante el pasado mes de agosto, el Ministerio ha mantenido diferentes reuniones con todos los protagonistas para trasladarles su intención. Además de comentarle la problemática a las autoridades de aviación civil irlandesas (que son las que en teoría tendrían que sancionar a Ryanair) también ha contactado con la Organización de Aviación Civil Internacional (Oaci), el consejo de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (Easa) y la Comisión Europea. Según explicaba ayer Carmen Librero, secretaria general de Transportes, el marco jurídico que regula la operativa de las aerolíneas tiene tres dimensiones. La internacional la cubre el artículo 16 del Convenio de Chicago de la Oaci. La europea se recoge en el Reglamento 216/2008 y la nacional, a través de la Ley de Seguridad Aérea 23/2003. Según el Convenio de Chicago "las autoridades competentes de cada uno de los Estados contratantes tendrán derecho a inspeccionar sin causar demoras innecesarias, las aeronaves de los demás Estados contratantes, a la llegada o a la salida, y a examinar los certificados y otros documentos prescritos por el presente Convenio". Gracias a este artículo 16 la Agencia Española de Seguridad Aérea puede inspeccionar con libertad aeronaves que no tienen matrícula española: son las inspecciones conocidas como SAFA en el argot del sector. Por su parte, el Reglamento (CE) 216/2008 crea la Agencia Europea de Seguridad Aérea, que tiene facultad para controlar la operativa de las aerolíneas que operan en el espacio aéreo europeo. El equipo de Ana Pastor quiere tener una mayor potestad en este terreno para asumir más competencias en compañías aéreas de gran implantación en el mercado español, como es el caso de la presidida por Michael O'Leary. Para ello, tendría que promover el cambio de dicho Reglamento ante la dirección general de Movilidad de la Comisión. Por último, la Ley de Seguridad Aérea española es la que tiene vigencia en el territorio nacional y sería la más sencilla de modificar por parte del Ministerio de Fomento. Si se lee el contenido de esta ley, no hace, por ejemplo, ninguna referencia a la falta de combustible. De hecho, este punto lo regula la legislación europea. El Reglamento 859/2008 en su OPS 1.255 explica en su punto c cuál es el combustible que hay que incluir en un vuelo. Pero ¿qué ocurre si la aerolínea, aunque cumpla la ley, es reincidente en problemas de combustible por llevarlo siempre al límite?. Cuestiones como esta son las que quiere resolver el Ministerio de Fomento. Desde la cartera dirigida por Ana Pastor hay cierta sensación de que Ryanair les toma el pelo ante el pequeño importe de las multas. Las sanciones "se endurecerán", ya que en la actualidad "algunas son pequeñas" y las compañías prefieren pagar el importe económico antes que cumplir con la ley, asegura. De hecho, el año pasado se registraron 10.864 quejas relacionadas con la operativa aérea. El importe económico total de las sanciones que se impusieron por este motivo no sobrepasó 1,3 millones de euros. El Ministerio de Fomento cree que es un escaso peaje que pagan las aerolíneas que no cumplen la ley. No al 'low cost' en seguridad La ministra quiso ser tajante en este aspecto. "En España puede haber precios bajos en las compañías aéreas, pero lo que este país no va a permitir es que haya low cost en seguridad". Con la legislación actual en la mano, las autoridades aeronáuticas españolas no podrían retirar la licencia de vuelo a Ryanair en el caso de que se registraran incidencias muy graves que afectaran a la seguridad. De hecho, el propio Michael O'Leary se encargó de recordarlo en su última visita a España a finales de agosto tras protagonizar el mismo día tres aviones de Ryanair aterrizajes de emergencia por escasez de combustible tras un temporal. Según el consejero delegado de la compañía, los pilotos de Ryanair son libres de cargar la cantidad de queroseno que consideren oportuna. En el caso de que superen los 300 kilos de combustible adicional que fija la compañía tienen que justificarlo. Con esta medida, la aerolínea irlandesa pretende, según su versión, optimizar la gestión para que los aviones no vuelen ni con exceso, ni defecto de combustible.